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Que no cese el clamor

Contra una España que circula a dos velocidades

El pasado día 11 de noviembre los empresarios de Galicia, Asturias y Castilla y León volvimos a hacer un frente común para cambiar de una vez por todas la marcha en la marginación sufrida por el Noroeste de los ejes ferroviarios europeos; para exigir las infraestructuras necesarias para que la cornisa cantábrica esté conectada con el resto de la Península en tiempos razonables y competitivos y bajo estándares europeos.

Que no cese el clamor

Y es que no nos podemos permitir seguir siendo la marcha lenta de una España que circula a dos velocidades.

Las regiones de este ámbito peninsular que representa el 9% del PIB nacional, el 9,3% del empleo y el 9,7% del tejido empresarial hemos trabajado a favor de la cohesión económica, social y territorial con España y con el resto de la Unión Europea durante las últimas décadas.

Nuestra situación periférica, el envejecimiento de la población y la delicada situación demográfica que de ello deriva –además de otras circunstancias que compartimos en mayor o menor medida con el resto del país como el sistema fiscal o la elevada carga burocrática a la que sometemos a nuestras compañías–, nos pone en una situación difícil para dinamizar nuestras economías, atraer talento e inversión y ser competitivos en la UE y en el resto del mundo.

No obstante, la ubicación geográfica, que nos sitúa en la parte más occidental del viejo continente, podría ser una ventaja si contamos con unas infraestructuras de transporte adecuadas que nos permitan ser un nodo de conexión intercontinental.

Para ello nuestros territorios deben integrarse plenamente en el trazado del Corredor Atlántico de Mercancías y sus infraestructuras formar parte de la red básica en la planificación de la Unión Europea. El desarrollo de este eje ferroviario debe ser incluido en la planificación de los mecanismos europeos que permitan su financiación y ejecución de aquí a 2030, incluidos los Fondos Next Generation Eu y el Mecanismo Conectar Europa.

En el caso concreto de nuestra comunidad existe un objetivo claro; duplicar el transporte de mercancías por ferrocarril en el "entorno" del inicio de la nueva década. ¿Cómo? Impulsando este tipo de transporte entre Galicia y el resto de España, Portugal y el conjunto de la UE para conseguir trasladar tres millones de toneladas más cada año a través del tren, siendo así más competitivos y evitando de esta forma, a la vez, la emisión anual de 150.000 toneladas de CO2. Las pautas para conseguir esta meta se encuentran trazadas en la Estrategia Logística de las Infraestructuras de Galicia 2021-2028.

Tenemos ahora una gran oportunidad para cumplirla con los Fondos Europeos, pero para ello el Gobierno de España debe defender el Corredor Atlántico con el mismo nivel de compromiso y entusiasmo que el Mediterráneo.

Urge definir lo antes posible un plan director para esa red y contar con un comisionado del Ejecutivo: precisar a la mayor brevedad las infraestructuras y trazados para la vertebración territorial del Noroeste, sin descuidar la necesaria intermodalidad y particularmente la conexión con los puertos, nodos logísticos y aeropuertos. Por supuesto, también se debe incorporar a las regiones de la cornisa atlántica en el mapa de autopistas ferroviarias, en particular a la iniciativa "Mercancías 30".

En realidad, solamente contando con unas infraestructuras competitivas iremos dando pasos en la dirección correcta de dibujar el Noroeste que nos merecemos, un enclave en el que las compañías ganen competitividad y crezcan, donde los inversores identifiquen oportunidades y donde las personas encuentren un lugar ideal para vivir y trabajar.

Impliquémonos todos en avanzar en el impulso de una región económica, la nuestra, conectada a un futuro sostenible.

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