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Vicente Montes

Presupuesto y adviento

El error de cálculo de los socialistas con la negociación de las cuentas | El "frente" del Corredor del Noroeste tiene que ir en serio | El día después de la variante de Pajares | Tensa espera entre los populares

Entrando ya en el último mes del año, el Gobierno asturiano tiene como principal tarea sobre la mesa el debate de Presupuestos: las fechas de los pasos parlamentarios ya han sido fijadas y los escenarios se clarifican. El Ejecutivo de Barbón tiene por seguro el respaldo de Izquierda Unida y del diputado del grupo mixto Armando Bartolomé. Precisamente por hacer demasiados guiños desde el principio al parlamentario expulsado de Ciudadanos, el apoyo de los naranjas se difumina.

La formación naranja, que atraviesa unos últimos meses antes de que se precipiten acontecimientos sobre su futuro en Asturias, no parece que ponga, en cambio, en peligro otro respaldo que le resulta más necesario para el Gobierno en los próximos meses: el que otorgue la mayoría suficiente para aprobar las leyes de Empleo Público y de Calidad Ambiental. Ante las que los partidos a la izquierda del PSOE (IU y Podemos) mantienen posiciones claramente contrarias, de ahí su importancia. Pero ese respaldo de Ciudadanos nace más de las afinidades con el vicepresidente Juan Cofiño y los cambios que suponen ambas leyes que de las atenciones que les haya dirigido el Presidente.

En esa situación, el PSOE tiene como opción sumar a Podemos al pacto presupuestario, lo que sin duda colocará de uñas al eje de centro–derecha. Precisamente la inestable situación interna de Podemos puede resultar ventajosa. A cambio, los socialistas tendrán más difícil vender esta vez esa idea de apoyo "plural" a las cuentas.

También será esta la semana en la que el Gobierno regional deberá empezar a dar evidencias de ese frente prometido para impulsar el Corredor del Noroeste. Al menos, los sectores empresariales están aguardando. Es cierto que ha habido pronunciamientos claros de altos cargos del ministerio de Transportes señalando que el Corredor Mediterráneo no recibiría un trato favorable en detrimento del eje Noroeste; pero cabe esperar acciones que se plasmen en los próximos pasos que se darán en los órganos de la Unión Europea, porque las palabras se las lleva el viento. Una prueba estará en el encuentro que mañana mantendrán los presidentes de Asturias y Galicia, en el que se espera algún tipo de pronunciamiento común.

En todo caso, debería abrirse una reflexión seria y profunda sobre el esquema de movilidad futura para Asturias y aprovechar la ventana abierta que supone la financiación europea para llevar ese esquema a cabo. Por ahora, tal parece que la entrada en servicio de la variante de Pajares y la conexión en alta velocidad con la Meseta suponen un fin de trayecto, cuando no lo es. La solución del triple hilo en solo uno de los túneles fue adoptada para garantizar la apertura del trayecto con mayor celeridad, pero no como solución definitiva.

Pero de lo que habrá que hacer una vez que abra la variante de Pajares poco se discute. Es necesario evaluar cómo afrontar los efectos que pueda tener la comunicación por alta velocidad (la Cámara de Comercio de Oviedo y la Universidad elaboran un estudio al respecto) y también programar cómo se completará la extensión del ancho internacional hasta Gijón, ademas de cómo se conectará la red ferroviaria con la Zalia para convertirla en una estación logística intermodal de verdad. De no hacer los siguientes pasos con orden y plazos, Asturias corre el riesgo de que para muchos territorios de su zona de influencia resulte más ventajoso conectarse con el puerto de Bilbao que con el principal del Principado, perdiendo así una oportunidad para salir de la inercia periférica, que constituye un grave riesgo para los próximos años.

Las patronales de Asturias, Galicia y Castilla y León llevan tiempo alzando la voz sobre la necesidad de tomarse en serio el reto, y la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) ha tratado de agitar el asunto cíclicamente. Solo en los últimos meses parece percibirse un mayor interés por parte del Ministerio. Pero se echa en falta esa idea de "frente" que expresó el Presidente, al que vuelvan a sumarse las Cámaras de Comercio y que reciba el apoyo del Ejecutivo autonómico sin miedo a que los intereses estratégicos nacionales vayan por otros derroteros.

Mientras, el Partido Popular asturiano discurre por su particular periodo de adviento, aguardando la próxima llegada del esperado nombre que asumirá la candidatura autonómica por designio. El secretario general del partido, Álvaro Queipo –a quien algunos creen ya el elegido mientras que otros consideran que únicamente prepara el camino para la mesiánica venida que dé esperanza a un PP cosido a cuitas internas– ha visitado numerosas juntas locales y territorios, comenzando por los afines, pero dejando aún fuera de agenda algunos espacios espinosos, como la junta local de Oviedo. Entre tanto, todo transcurre en el PP en un forzoso silencio a la espera de acontecimientos.

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