Un asturiano en Londres

Crisis? What Crisis?

La alegría navideña que se palpa en el ambiente a pesar de las dificultades económicas

Julio Bruno

Julio Bruno

Estaba escribiendo sobre el fiasco del Brexit que ya ni los propios votantes del mismo apoyan –según la última encuesta realizada en el Reino Unido este noviembre, donde un 56% de los votantes reconocen que fue un error y tan solo un 32% piensan que fue correcto, con un 12% de indecisos (www.statista.com)– pero, tras leer las estadísticas de la recesión en la que estamos en el Reino Unido y en la que seguiremos durante todo el 2023, se me han quitado las ganas de seguir hablando sobre economía y el Brexit.

Estamos en diciembre y la Navidad ya se palpa en el ambiente. Es la primera Navidad post-covid, o al menos post-crisis del covid. Las calles de Londres están abarrotadas, sus teatros llenos y los restaurantes a rebosar a pesar de la falta de personal. Todo el mundo parece despreocupado por la crisis del coste de vida, la crisis energética, la guerra en Ucrania y la crisis post-Brexit.

Estamos exhaustos de tantas crisis. El Reino Unido ya no es la quinta economía mundial, sino la sexta, dejando su sitio a India, que sigue su marcha ascendente para convertirse en la tercera economía del mundo en 2027, según un estudio de Morgan Stanley. Pero a pesar de esta pérdida de poder económico en Gran Bretaña, la vida sigue y nos adaptamos a lo que sea. No es la primera vez.

De 1973 a 1975 el mundo occidental estuvo sumergido en una recesión propiciada por la famosa crisis del petróleo tras la guerra de Yom Kippur entre Israel y varios países árabes. La inflación en el Reino Unido alcanzó su récord histórico del 24,2% en agosto de 1975.

Los paralelismos con la actualidad son obvios. Casi 50 años después, repetimos los errores del pasado: una guerra en Ucrania, y una gran dependencia energética del exterior que nos lleva a una inflación desmedida causando la crisis del coste de la vida en la que vivimos.

Sin embargo, paseando por las calles del centro de Londres se vive una atmósfera festiva y hasta despreocupada, las luces navideñas en la calle parecen brillar más que nunca –será que es luz de diseño, por lo cara que está, digo– y nadie parece vivir en esa angustia existencial que las crisis conllevan.

Quizás una explicación es que a pesar de todas estas crisis y la recesión en la que estamos, el paro en el Reino Unido es de un 3,6% en octubre, según la Oficina de Estadística Nacional (ONS www.ons.gov.uk). Es verdad que todo está mucho más caro, que la inflación es del 9,6% según este organismo, y que los salarios no han subido al mismo nivel, ni de lejos. No obstante, la gente tiene ganas de divertirse y olvidarse un poco de tantas malas noticias. Estamos casi en Navidad.

En 1975 el grupo británico Supertramp público su cuarto álbum de estudio; en la portada un hombre toma el sol tumbado en una camilla con una sombrilla despreocupado del mundo en crisis que le rodea, un mundo en blanco y negro, sucio, con factorías escupiendo humo negro a un cielo oscurecido. Pero él feliz a lo suyo. El título del álbum: "Crisis? What Crisis?".

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