Un consolador respiro

El Norte ya no es lo que era. Sus esfuerzos por demostrar de tarde en tarde que todo sigue igual recuerdan a esas viejas familias venidas a menos que aún pueden exhibir estilo y modales. El gran Norte es el Polo del mismo nombre, cuya extensión y grosor adelgazan día a día, sus delegaciones los glaciares alpinos en franca retirada, sus campañas anuales algunas apariciones enrabietadas que poco se parecen ya a las antiguas "nortadas". Las mujeres y hombres del tiempo hacen en las pantallas, al filo de la noche, aterradores pronósticos de temporales con nuevos nombres técnicos, como un sustitutivo del clima que se va yendo para siempre. En España, al borde Sur del Norte, la venida a menos del Norte será un drama. Por eso la tardía llegada de fuertes tronadas y granizadas, con nieve en las cumbres, nos da al menos un respiro de salud, que vivifica nuestro Norte interior.

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