L’aprecederu

Dos aniversarios

Amoniaco, queixo e Irene Montero

Xuan Xosé Sánchez Vicente

Xuan Xosé Sánchez Vicente

Una efeméride se celebra en estos días. Una muy importante, el vigésimo quinto aniversario del primer trasplante de corazón en Asturies. "Cuando lo vi latir me pareció un milagro", dice el cirujano jefe José María Valle. A partir de entonces los trasplantes se han convertido, si no en rutina, en algo habitual. No caemos en ello, ¡pero cuánto ha avanzado la medicina en tantos aspectos! ¡Habrá problemas, pero cuánto mejoramos!

En un tono menor, pero también importante: en abril de este año se habrán cumplido los veintiocho años de la puesta en servicio de las UVI móviles, un instrumento muy importante para salvar vidas, a lo que yo y mi partido (con el acicate del técnico sanitario Luis Alberto Mamés) contribuimos, a través de la Xunta Xeneral, con nuestro empeño pionero.

Pero volemos a otros aspectos de la actualidad. Contaba con frecuencia mi amigo Sergio Marqués, un gran presidente, la siguiente facecia: un estudiante calavera, de los que nunca pisaba una clase. Universidad. Segundo curso. Asignatura de química. Examen de los antiguos: oral, catedráticos togados y en estrado. Pregunta: "el amoniaco, características". "Pues, pues… es un líquido… de olor agradable". El presidente del tribunal interrumpe, ordena al bedel traer un frasco de amoniaco. Se lo da al examinando para que huela. Destapa, arrima la nariz, se convulsiona. Una pausa. Tapa el recipiente. "Pues a mí gústame".

Esta me la cuentan mis amigos Teresa y Manolo. Bual. Dos amigos ante un escaparate. Señalan un producto. "Mira ese queixo", dice uno. "Non, eso e xabón", afirma el otro con rotundidad. Discuten y entran. El tendero le da a probar un trozo de la pieza en disputa al del queixo. De su boca empiezan a salir espumarajos. Mueve la cabeza de izquierda a derecha. "Saber sabe a xabón, pero ser e queixo".

Irene Montero y su troupe. "Cambiaremos lo que haya que cambiar, pero la ley es perfecta".

Suscríbete para seguir leyendo