L’aprecederu

El dinero público no es de Barbón y Revilla

Xuan Xosé Sánchez Vicente

Xuan Xosé Sánchez Vicente

Un error en 2020, detectado inmediatamente e inmediatamente subsanable, permitió al Gobierno central arronchar en el gasto en nuevos trenes de Feve para Asturies y Cantabria. ¡Total, para dos pininos políticos, cántabros y astures, de no mucha población y escaso peso…! Pero cuando se supo la noticia, el escándalo tomó proporciones gigantescas, no por lo sustancial, el menosprecio a ambas comunidades, sino por lo episódico, aquello de que los trenes no entraban en los túneles.

El ruido se intentó acallar con dimisiones, un papel (un "compromiso") con una declaración de que las nuevas unidades ferroviarias se iban a acelerar y viajes gratuitos para los usuarios de cercanías a partir del año que viene y hasta 2026.

Ahora bien, ¿esa "indemnización" a esos usuarios de qué los indemniza? ¿De viajar en un servicio lento y con fallos, como hasta ahora, y que seguirá igual con las nuevas unidades? ¿Qué relación existe entre el retraso de los trenes y el costo de los viajes? Y, ya en ello, ¿por qué no indemnizar a las víctimas de un igual mal servicio de cercanías de Galicia, Castilla–León o Extremadura, que ya han exigido lo mismo?

Ninguna relación existe entre una cosa y otra. En realidad, a quien se trata de indemnizar es a don Adrián y a don Miguel Ángel, que son realmente quienes han sufrido daño: menoscabo en su imagen y, potencialmente, en sus votos.

Decía Carmen Calvo que el dinero público no es de nadie. Pues parece que, en este caso, sí lo es, de los indemnizados, don Adrián y don Miguel Ángel. Pero no es cierto tampoco, aunque ese sea su uso. El dinero público, incluido el de la deuda, es de usted, querido lector, y de cada uno de los españoles, que lo pagan con su trabajo, su IRPF, con el IVA cada vez que compran, y con su sudor.

Incluso de quienes viajarán gratis.

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