Hay que quitarse esa boina de una vez
La investigadora Ana Navas-Acien, una de las cinco personas que asesoran al Presidente Biden en la lucha contra el cáncer, acaba de señalar como prioridad absoluta la limpieza del aire de las ciudades. No es un enemigo oculto, basta alejarse un poco de nuestras urbes para ver la boina de contaminación e incluso identificar su procedencia. Los sistemas de medición y control están ahí, las medidas precisas a aplicar se conocen, las administraciones públicas lo saben, los partidos que las dirigen también. Pero además de la boina hay también en este caso un techo de cristal que evita que llegue a la cúpula de los agentes contaminantes, con la energía y contundencia adecuadas, la exigencia de medidas efectivas. Es un juego de disimulos que debe acabar de una vez, pues la salud es lo primero y de nada valen las campañas contra el tabaco si todos fumamos cada día basura en suspensión.
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