Un millón

Feijóo y "autócrata"

Javier Cuervo

Javier Cuervo

Nos vamos haciendo a Alberto Núñez Feijóo como candidato del PP a la Presidencia del Gobierno de España, aunque está en Madrid como culo de mal escaño que no va a las mociones de censura y parece en corral ajeno fuera del inmueble de Génova. Así no hay quien esté a gusto y a gusto no se le ve, si se le ve. Iniciada la campaña electoral en la moción de censura tamamera, Feijóo reaparece como el hombre pausado que presenta "la alternativa serena" para la España "sosegada" y "tranquila" de Castilla-La Mancha.

Óommmmmmm.

¿Cuánto puede durar esta política ansiolítica en la España de la crispación? Feijóo hace que se extraña de que el Gobierno se oponga a que haga oposición y de que –desarmado Ciudadanos– Vox y PSOE su derecha y su izquierda, hagan una pinza surrealista. Una pinza surrealista de Magritte no sería una pinza y una pinza de Dalí sería blanda, pero el pellizcado se queja de que tergiversan al PP, "cambian el sentido de nuestras palabras". Bienvenido a la política y a ser igual intentado parecer distinto, de atacar y fingirse víctima, de que los adversarios intenten partirte la frente con el puente de la nariz.

Hay que evitar que la antipatía no te deje ver la semántica. Detrás de esa tergiversación había una aproximación de la figura de Pedro Sánchez a la palabra "autócrata", que Vox maneja desde la reforma del Código Penal. "Autócrata" es el que ejerce por sí solo la autoridad suprema en un Estado. Se decía para el emperador de Rusia y se dice bastante para definir a Vladimir Putin, que la ha traído de nuevo al vocabulario político corriente. Aunque te caiga mal, a Sánchez le queda enorme. Encaja mal autócrata con el gobierno Frankenstein y la dependencia de poderes autonómicos, pero... Sánchez se queja de que metan su nombre en una frase que lleve la palabra "autócrata", que es quejarse de que le hagan oposición crispada y no ansiolítica a un Gobierno cuyos ministros no dejan de meter Feijóo en frase con "barco" y "narco" cuando él solo quiere que se hable de su programa marco. Poco va a durar el trankimazín.

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