Sol y sombra

Anuncio bomba

Luis M. Alonso

Luis M. Alonso

Ni los más perspicaces analistas esperaban el anuncio bomba de Sánchez tras la debacle socialista del 28M. No lo sospecharon, aun siendo conscientes de que el presidente del Gobierno suele hacer justamente lo contrario de lo que asegura. Se hartó de repetir que había que agotar la legislatura; interrumpirla significaba desestabilizar España. Insistió en ello más veces incluso que en cualquier otra de sus famosas mentiras: la del sueño que le quitaba Podemos, con quienes nunca podría formar un gobierno, y la reiteración de que jamás pactaría con los herederos de ETA. Pues ya ven, la estabilidad de España enseguida ha pasado a un plano secundario. Igualmente lo ha hecho la presidencia europea más allá de poder rentabilizar la campaña electoral como presidente. No digo ya las vacaciones de verano de los españoles, con tal de salirse con la suya y reducir el margen de reacción de los adversarios: de los populares y de los críticos de su propio partido, que por ahora tendrán que envainar las espadas para poder estar en las listas.

En un intento desesperado por revertir la tendencia de voto, Sánchez lo intentará todo: sacará de nuevo a relucir la famosa foto de Colón con la ultraderecha, maquillará el paro con las cifras del empleo temporal de julio a ver si cuela, invocará Europa frente a la amenaza populista y cruzará los dedos para que sus detractores elijan la playa antes que las urnas y se desmovilicen. El fracaso, si se repite, en esta segunda ronda plebiscitaria, será de todos, no exclusivamente suyo por haber pactado con el espectro más indeseable de la política contra la naturaleza constitucional del país. El intento ha sido considerado, sin embargo, por algunos como un gesto de audacia de Sánchez cuando se trata de una huida hacia adelante más, en este caso de una huida de sí mismo. Veremos hasta dónde llega con tanto tacticismo zombi en beneficio propio y perjuicio ajeno. Dejará tras de sí tierra quemada.

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