Vulnerabilidad laboral y enfermedad

Ante la celebración, mañana, del Día Mundial Contra el Cáncer

ilu contra el cáncer

ilu contra el cáncer

Yolanda Calero

Yolanda Calero

Yolanda Calero es presidenta de la junta provincial de Asturias de la Asociación Española contra el Cáncer

Coincidiendo con el Día Mundial del Cáncer, 4 de febrero, la Asociación Española Contra el Cáncer quiere señalar la importancia del impacto laboral que conlleva el diagnóstico para las personas enfermas y su familia, especialmente en aquellos que tienen que asumir los cuidados del paciente.

El cáncer es el problema sociosanitario más importante de España y del mundo. La previsión para el año 2030 señala que 21,6 millones de personas serán diagnosticadas de algún tipo de cáncer. Según el Observatorio del Cáncer, en España se prevén 330.000 nuevos casos, lo que supone un diagnóstico cada 1,8 minutos. En Europa hay más de 12 millones de supervivientes de cáncer y, en España, se estima hay más de 2,2 millones de personas a las que se les ha diagnosticado un cáncer a lo largo de su vida. En 2023 y en España, 295.000 personas fueron diagnosticadas de cáncer. De ellas, algo más del 37,4%, es decir 110.000 enfermos, están en edad laboral. En Asturias más de 2.900.

Los procesos oncológicos son enfermedades crónicas con alta prevalencia de pérdida de trabajo, dado que el riesgo de estar en desempleo aumenta un 34% en supervivientes de cáncer frente a la población general. Según estudio del Observatorio del 2018, el 28,4% de los pacientes de cáncer afirman haber perdido o dejado el trabajo después de la enfermedad y un 3% ha tenido que cambiar de trabajo a consecuencia de la misma.

De acuerdo con la normativa actual, una persona trabajadora que se encuentra en periodo de incapacidad temporal puede ver reducida su nómina hasta un 25%. Esta disminución de ingresos mantenida en el tiempo (los periodos medios de incapacidad oscilan entre 280 y 365 días) unida al incremento de gastos derivados de la enfermedad estimado para el 41% de las familias en más de 10.000 euros, hace que muchos pacientes se encuentren en una situación económicamente vulnerable. Incidiendo en la vulnerabilidad del enfermo de cáncer, quiero mencionar que más de 22.400 personas diagnosticadas de cáncer en 2023 se encontraban en una situación laboral vulnerable: 8.685 se encontraban en situación de desempleo (5.408 con prestación y 3.277 sin prestación) y 13.722 eran autónomos.

Los familiares también se ven afectados por el impacto laboral. Los datos del estudio del Observatorio del 2018 muestran que un 6,8 % cuidadores han perdido o dejado el trabajo por la enfermedad (sin contar bajas laborales) y un 2,2% de cuidadores se han visto obligados a cambiar de trabajo por causa de la enfermedad

El diagnóstico de cáncer además de tener un impacto claro en la vida de las personas, también lo tiene para las empresas, especialmente en las pequeñas y medianas, y en los trabajadores autónomos, formando todos ellos a gran parte del tejido empresarial de nuestro país.

El aumento de la tasa de incidencia del cáncer y de la supervivencia plantea un gran reto para los próximos años. Alcanzar en 2030 el objetivo del 70% de supervivencia junto con el previsible aumento de la incidencia en los años venideros, enfrentará al país a un colectivo mayor de supervivientes y pacientes de cáncer con necesidades no atendidas por el sistema público, entre ellas necesidades laborales tales como: las secuelas físicas y psicológicas que impiden la reincorporación inmediata al puesto de trabajo o que impiden retomar las funciones habituales, las dificultades para la adaptación del puesto de trabajo, la dificultad para retomar la rutina laboral tras un largo período de inactividad que dificultan retomar la rutina laboral, la búsqueda de un nuevo empleo, etc…

El contexto mundial, europeo y nacional del cáncer, y las previsiones para el año 2030, hacen que el cáncer se convierta en una prioridad en la agenda social y política de los países, de manera que la lucha contra de la enfermedad y las necesidades de los pacientes tengan la relevancia que merecen en los foros, procesos de decisión e iniciativas públicas.

Desde la Asociación hacemos un llamamiento a todos los actores sociales para que se unan con el fin de aliviar o reducir el impacto que tiene el cáncer en la vida laboral de las personas diagnosticadas, sus familiares y las empresas.

Les trasmito mi deseo de salud para todos y que 2024 sea un año en el que perseveremos "Todos Contra el Cáncer".

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