Chupar piña

Aunque la piña tropical o ananás es una fruta olvidada en los hogares españoles, donde cada vez se consume menos fruta, de la noche a la mañana se ha puesto de moda y está en el top y no sólo como fruta. Lo que menos parece importar a sus compradores son sus múltiples propiedades o beneficios. Apuesto lo que quiera a que nadie entre sus consumidores de última hornada ha caído en la cuenta de que la piña regula el tránsito intestinal, mejora las digestiones, es antimicrobiana y antiinflamatoria, mejora la circulación sanguínea, es antioxidante, favorece el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, aporta energía, mejora el aspecto de la piel y lo que más interesa a unos y otras, ayuda en las dietas de adelgazamiento.

Desde antes de tener uso de razón, allá en Guinea Ecuatorial, donde inicié la costumbre, llevo consumiendo piña, ahora prácticamente a diario, y estimo que mi piel le debe mucho. La consumo porque me gusta y porque creo en sus propiedades. La piña fue considerada un signo de riqueza en las cortes reales por su precio elevado. Actualmente está al alcance de todas las economías y aunque no es la fruta que sobresale en los carritos de la compra, a pesar de su "penacho", la piña tropical es la reina indiscutible, por una razón increíble: es la última tendencia en seducción.

No sé de dónde ha salido que para ligar se necesita una piña tropical puesta boca abajo en el carrito de la compra y adquirirla en una conocida cadena de supermercados de 19:00 a 20:00 horas. Menos mal que hago la compra por la mañana. Muy mal debe andar la cosa del "ligoteo" para tener que utilizar estos reclamos que son la comidilla en las redes. Quienes se lo toman al pie de la letra, acuden formalmente a su cita con la piña y el supermercado de marras. Luego están los que se lo toman a chanza y van a la tienda a reírse un rato.

El tema está causando un impacto inesperado. No obstante, hay que seguir un ritual que consiste en acercarse a la sección de vinos y chocar el carrito con otro que lleve también la piña boca abajo, lo demás digo yo que llegará por añadidura y si salta la chispa, pues nada, a "chupar piña" que, según los colombianos es besarse apasionadamente.

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