Opinión

La hipocresía se paga

La política energética española

Durante los días 11 y 12 del mes de diciembre, el operador del Sistema Eléctrico Español, titular del 100% de la red de transporte de alta tensión española, Red Eléctrica de España, tuvo que parar a la gran industria para asegurar el suministro eléctrico a los hogares españoles.

Los motivos fueron los siguientes:

1- La Central Nuclear de Ascó en Tarragona estaba parada por mantenimiento.

2- Era de noche, por lo que no se producía energía solar.

3- Durante esos dos días no hubo apenas viento.

4- Hizo mucho frío y los españoles estábamos consumiendo mucha energía.

Lo normal es que muy pocos de ustedes se hayan percatado de lo ocurrido, y es lógico, ya que, aparentemente, nada pasó. Pero la realidad, como les decía al principio, es que algo anormal ocurrió.

Trataré de explicarles la importancia de tener asegurado el suministro de energía. La potencia eléctrica instalada en la actualidad en España es de aproximadamente unos 127.000 MW/hora. El 65% de ella (unos 83.000), son de solar, eólica e hidráulica, lo que significa que no siempre son utilizables; depende del clima y no de nuestras necesidades.

España consume en un día normal unos 30.000 MW a la hora. Podíamos pensar que con 127.000 instalados sería suficiente, pero no es así, ya que durante la tarde/noche de los días 11 y 12 consumimos 40.000 MW/hora, que la solar producía 0, la eólica un 7% y la nuclear estaba al 67%. Aun poniendo los ciclos combinados (gas) a máximo rendimiento se estaba tan justo que hubo que parar a la industria para asegurar el suministro a los hogares. Y en cualquier momento puede ser mucho peor, pues hay que tener en cuenta que la mayor punta de consumo eléctrico se produjo en 2007 con 50.000 MW/hora; y esto puede ocurrir en cualquier momento.

Y, además, la parada de la industria no es gratis. Durante el año 2023 esas posibles paradas nos costaron a los españoles 94 millones de euros y 143 en 2024. Por otra parte, el precio del gas es imprevisible, y hay que recordar que España importa el 100% de lo consumido.

Miren ustedes, yo no soy un negacionista del cambio climático. El cambio climático existe y no hay que salir fuera de Asturias para comprobarlo; la temperatura aumentó de media 1,5 grados en los últimos 50 años y llueve un 25% menos. Ahora bien, en lo que no creo es que los humanos tengamos mucho que ver en este cambio, pienso más bien que es un ciclo de la Tierra y que poco o nada podemos hacer nosotros por cambiarlo.

En otro orden de cosas, tampoco podemos ser hipócritas. Los tres países más contaminantes del mundo China, la India y Estados Unidos (culpables de más del 50% de la contaminación mundial), no firman los acuerdos de la Cumbre del Clima (la COP). Donde, por cierto, en la última celebrada en noviembre en Bakú, hubo la mayor concentración de jets privados de la historia (enormemente contaminantes). Por supuesto, incluido el Falcon del presidente Pedro Sánchez, quien también utilizó un helicóptero Super Puma y un avión Airbus A310 para asistir.

Pero volviendo a España y a la hipocresía. Zapatero comenzó la lucha contra las centrales nucleares, política qué, como no, siguió Pedro Sánchez y su ínclita ministra Teresa Rivera. Así, en 2030 no habrá ninguna en España. Les parece normal? A mi, no. Y lo curioso es que a la nueva ministra europea, Teresa Rivera, tampoco. Salió de ministra de España en contra de las centrales y llegó el mismo día a ministra de Europa defendiéndolas. Es decir, lo que para los españoles es malo, para los europeos es bueno; como si nosotros no estuviéramos en Europa. Guste o no, la energía nuclear es la más barata y segura del mundo en la actualidad. Fíjense que en España, siendo solo el 5,5% de la potencia instalada, produce el 20% de la electricidad de manera constante, día y noche. Por eso el mundo entero está apostando por los reactores y mini reactores nucleares.

Lo primero que debe hacer cualquier país serio es tener un Plan Nacional de Energía a largo plazo. Un Plan que asegure el suministro en cualquier circunstancia al precio más barato posible.

Les voy a dejar con la siguiente reflexión: Imaginen un día dentro de 10 años, por la noche, sin viento, sin la hidráulica, sin nucleares y sin centrales de gas (Europa está exigiendo su cierre) con un frío helador y España llena de Centros de Datos (consumirán el 8% del total de la energía producida y no se pueden parar)

No sé a ustedes, pero, a mí, solo con pensarlo me entran escalofríos… n

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