Opinión

Bulos de mal asiento

El nuevo orden que se avecina: el gobierno de los multimillonarios

Tal vez no seamos conscientes de que se avecina una nueva realidad, un orden nuevo que trastoca la evidencia del modelo que teníamos por habitual y generalmente establecido en las democracias occidentales. Con la vista puesta en Estados Unidos, tradicional faro de Occidente, la trompetería anuncia el advenimiento de la internacional de los multimillonarios. La música suena en las redes sociales, que esos mismos poderosos controlan y manejan a su antojo.

No es nueva, a lo largo de la historia, la influencia de los plutócratas en los gobiernos. Los ricos siempre han influido en los sistemas liberales, de la mano de la aplastante lógica del capital. Antaño fueron los Rothschild, los Rockefeller, los DuPont; hoy, los Musk, Bezos o Zuckerberg, que han influido con cheques de millones de dólares en el regreso de Trump. Quien, por su parte, premia las donaciones con cargos de relevancia en la administración estadounidense.

Un nuevo orden que alienta que el presidente de Estados Unidos manifieste, sin reparo alguno, que está dispuesto a anexionar Canadá, Groenlandia o el canal de Panamá. Un modelo de colonialismo que solo se alcanzaría por medio de la fuerza. ¿Difiere acaso está iniciativa del ánimo belicista de Putin en Ucrania?

A los defensores de la libertad de expresión nos preocupan sobremanera los ataques a la libertad de expresión que apadrina este nuevo modelo ideológico. Zuckerberg, propietario de Meta, empresa dueña de Facebook e Instagram, ha asumido las tesis de Elon Musk y eliminará en sus redes todos los verificadores de información que sirven de parapeto a las fake news. Ellos mandan, y ellos decidirán qué es verdad y qué mentira. O mejor, no habrá otra verdad que la suya. Se avecinan bulos de mal asiento.

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