Opinión | Sol y sombra

Desconfianza

Este país nada puede esperar, salvo el despropósito más trágico, de unos socios de gobierno empeñados en chantajearse, librando un pulso tras otro. PSOE y Junts juegan al engaño y al despiste, desconfían mutuamente. Alguien podría decir que en el pecado de aliarse en contra de los intereses de la mayoría que no votó esa clase de coyunda está la penitencia de una amarga y azarosa legislatura.

Sánchez ha negado a la derecha supremacista catalana, que se siente estafada, la posibilidad de someterse a una cuestión de confianza, consciente de que la perdería. Puede prometer darle o incluso entregarle a Puigdemont todo cuanto le pide menos su agotadora razón de ser. Pero como tampoco tiene la certeza de si el prófugo de Waterloo va a o no de farol igual que otras veces, le ha solicitado a Junts que "reformule" su petición. Personalmente desconozco cómo se reformula una desconfianza para poder validarla sin perder sentido, pero los socios después de haber tensado la cuerda encontrarán probablemente la manera de hacerlo hasta la próxima emboscada.

Mientras tanto, los Presupuestos seguirán pendiendo de un hilo, pero eso para Sánchez, dadas las circunstancias y lo que está cayendo, es lo de menos. Lo importante es que no se produzca la ruptura de forma visible. Si la cuestión de confianza, potestad del presidente del Gobierno, es prácticamente imposible en los términos planteados por el partido de Puigdemont, la moción de censura soñada por el PP resulta por el momento una auténtica quimera. Feijóo se comporta como un iluso cuando habla de "conversar" con Junts sin comprometer cesiones.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents