Opinión

Sánchez, Barbón y los ejes de la carreta

La apelación al ruido y el España va bien del presidente del Gobierno

EN IMÁGENES: Pedro Sánchez y Adrián Barbón abren el congreso del PSOE asturiano

EN IMÁGENES: Pedro Sánchez y Adrián Barbón abren el congreso del PSOE asturiano / Luisma Murias

El máximo promotor del estrépito, el instigador principal de la barahúnda dice que “si bajamos el volumen del ruido, Asturias y España viven uno de sus mejores momentos”. Hagamos la prueba, cállense todos, hágase el silencio. Bien, ahora que no se escucha ninguna estridencia, que desapareció momentáneamente la bulla, no parece que ni España vaya bien ni Asturias esté para tirar voladores. ¿Qué entiende el amado líder por vivir su mejor momento? ¿El reparto a trozos de la túnica del Estado en beneficio de unos pocos y en perjuicio de la mayoría? ¿Presenciar la impunidad de delincuentes a los que se indulta a cambio de un puñado de votos? ¿Desenterrar muertos para extender el olor a podrido y hacer música partidista con el crepitar de huesos fósiles? Alguien entregó la lámpara de Aladino a Ali-Babá y de la cueva empezaron a emerger un puñado de ladrones.

Dice Pedro Sánchez que va a seguir reindustrializando en verde el país, empezando por Asturias. El verde de esta región solo alcanza, hoy por hoy, al paisaje. Las grandes empresas asturianas que solicitaron fondos para la descarbonización han renunciado a las ayudas. Primero fue Arcelor y hace un par de días Fertiberia; también Central Lechera y Reny Picot. No lo ven claro y no se trata de un ataque de daltonismo. Ya se apagaron las chimeneas de las térmicas y la región exportadora de energía es ahora deficitaria.

Si el ruido no termina, termina con el ruido. El problema es que por mucho que suba el volumen, a Sánchez y a Barbón no se les entiende porque en sus cabezas hay más zumbido que nueces. Engrasen ambos los ejes de la carreta, no les vayan a llamar “abandonaos”.

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