Opinión

El PSOE, la cigarra y la hormiga

De la sopa boba, al mono de trabajo

Adrián Barbón arengó desde el púlpito a sus congresistas del fin de semana y les exigió que se pongan a trabajar para recuperar los concejos perdidos en las pasadas elecciones municipales, varios de ellos de enjundia y de tradicional voto socialista que viraron a la derecha el 28 de mayo de 2023. Cuando un jefe pide a sus subordinades que trabajen es porque se han pasado un tiempo rascándose la barriga y alimentándose a cucharadas de sopa boba. Que han hecho como la cigarra de la fábula, que emplearon el anterior mandato en rasgar bajo una higuera las cuerdas del guitarrillo mientras las hormigas, más laboriosas, les fueron vaciando de papeletas el granero. Y lo que era grano es hoy un divieso.

O los socialistas se ponen las pilas, o les costará Dios y ayuda volver a ganar comicios en lugares como el Occidente, Gijón y las Cuencas, donde hoy desempeñan el papel de comparsas. Y dejar de pagar estrepitosos fracasos con cargos de consolación, práctica muy extendida. Vean la que hay montada en Tineo a cuenta de la tuberculosis bovina y nadie se atreve a coger la vaca por los cuernos, no vaya a propinarle un revolcón.

Tienen que ponerse a trabajar todos, desde la cúspide de la pirámide a la base sobre la que se asienta una estructura que se está quedando mocha. Conviene mucho y urge a los intereses socialistas que se apliquen el cuento de la cigarra y la hormiga, desde el que predica encaramado en la almena hasta los miembros de su gobierno que vigilan el foso de los cocodrilos, algunos de los cuales transitan por la política de manera errática, como la paloma de Alberti: confunden el norte con el sur y el mar con la montaña.

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