Opinión

Los barcos necesitan un capitán, aunque se llame Acab

LA NUEVA ESPAÑA describe el culebrón en que se ha convertido la relación IU- FSA derivada de la nueva fiscalidad para Asturias que se iba a presentar como una proposición no de ley. Ante las llamadas de los empresarios a huir de Asturias, el ala socialista del gobierno de coalición negó cualquier posibilidad inmediata de subir impuestos. Ello no desactiva los análisis conjuntos acerca de la reforma que se transmiten, en un lenguaje jesuítico, para ocultar algo que obviamente está en los planes dado que los más elementales principios de gestión dicen que no se planifica nada si no hay propósito de hacerlo y que no se fabrica ningún arma que no se piense disparar.

En nuestra opinión se consideró que era una concesión que, por su poca transcendencia práctica (mucha simbólica pues IU tiene visión marxista acerca de que lo pequeño puede ser determinante) iba a pasar desapercibido y no se contó con la clamorosa reacción de la sociedad civil y el peligro de que la gente que crea riqueza se marche de Asturias con las consiguientes consecuencias en votos: ello aterrorizó.

IU, consciente del valor sistémico de demostrar quién manda, respondió con claridad. Por ello el portavoz de Convocatoria por Asturies, don Xabel Vegas, manifestó que IU da por "consolidado" el acuerdo con el PSOE para explorar subidas de impuestos en Asturias y añade que se seguirá profundizando en la progresividad y la redistribución de la riqueza para reforzar la vía fiscal asturiana. Ademas nos recuerda que esa "profundización" en el modelo fiscal "progresivo, redistributivo y más justo" forma parte de los acuerdos de Gobierno.

Ello lleva a la necesidad de saber si en nuestro gobierno manda el partido que tiene 19 diputados y el 36% de lo votos o lo hace el que tiene 3 y el 7,5% de los mismos. A ello se añade la constatación de que actualmente Convocatoria por Asturias decide la vía fiscal asturiana, la política de ordenación territorial, la energética, la industrial, el urbanismo, la de vivienda, el turismo, las directrices comerciales, dónde y cómo podemos comprar los asturianos (todos, no solo sus votantes) y todo apunta que también lo hará en la política universitaria y el futuro de la docencia privada: si llegan a tener el 10% de los votos serían Elon Musk y mandarían cohetes a Marte.

En consecuencia, nos preguntarnos por quién es el determinante en último término en el gobierno de Asturias y quién el compañero de viaje. Vistos los números es aparentemente absurda pero la historia (un ejemplo fue el gobierno de Kerensky durante la la revolución rusa que sirvió de podio para la implantación de la dictadura de la minoría comunista) nos dice que, si en una coalición la minoría tiene voluntad de gobernar y la mayoría de seguir gobernando para disfrutar de sus beneficios, en muchas ocasiones gobierna la minoría y disfruta en Babia la mayoría.

En nuestra opinión desde la creación de este gobierno IU venció las resistencias anteriores y en todos los asuntos determinantes, antes mencionados, se imponen sus criterios que ella nunca ocultó. Los dejo muy claros desde hace años y los reafirmó en sus declaraciones de los últimos días de diciembre cuando don Ovidio Zapico dijo en LA NUEVA ESPAÑA:

"En los próximos meses trasladaremos en el Ejecutivo con más fuerza nuestros objetivos", afirma Ovidio Zapico, que ha renovado al frente de Izquierda Unida.

No se puede decir ni más alto ni más claro. Nosotros lo comentamos aquí el 5 de enero en un artículo que denominaba "Una estrategia de futuro para Asturias".

Las movidas de ayer y hoy nos confirman quién domina. Ello nos recuerda un viejo dicho "playu": Donde hay patrón no manda marinero, aunque el segundo permanezca tan oculto como el capitán Acab.

En nuestro barco el marinero se llana don Adrián.

Por tanto (esto de los impuestos es solo una anécdota, más patética que ridícula) será don Ovidio Zapico el que marque el rumbo, para llegar al puerto del control público de las relaciones humanas, económicas y sociales en un mundo en el que no se cree riqueza para igualarnos repartiendo pobreza

La respuesta es de todos. Nosotros dos nos mojamos al decir que queremos una Asturias cimentada sobre la libertad desde la que propugnamos el trabajo y la valentía para alcanzar el progreso y la justicia en nuestra tierra.

Dicho lo anterior y aunque no estamos de acuerdo con don Ovidio, consideramos preferible un barco con Acab de capitán que uno con don Tancredo (o el polichinela que subía y bajaba doña Sarita Montiel) en el timón.

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