La yenka fiscal

Anda el gobierno regional jugando a la yenka con la supuesta subida de impuestos, de tal manera que aún desconocemos si vamos a izquierda o a derecha, adelante o hacia atrás, como el cangrejo. Dice Izquierda Unida que hay acuerdo con el PSOE para subir algunos tributos, que los asturianos más pudientes veranean en un “Caribe fiscal” y que tienen que rascarse el bolsillo para garantizar el estado de bienestar, lo cual provoca malestar a las patronales. Pero Barbón y su consejero de la caja de caudales niegan que vayan a subir los impuestos. En este baile de san vito, de unos por un lado y los otros por el otro, Ovidio Zapico, ese político que habla como canta Víctor Manuel, es Johnny; y el presidente del Principado hace el papel de Charley, los dos hermanos holandeses que en 1965 popularizaron la yenka. Y un, dos, tres y vuelta a empezar.

Más que sangrar al contribuyente, el Ejecutivo autonómico debería preocuparse por favorecer las condiciones que permitan generar riqueza. El economista hindú Montek sentencia en su teoría del «Tricle Dow Effect” que, al final, la riqueza se filtra inevitablemente hacia abajo, que siempre gotea. Que lo importante, en definitiva, es crearla. Pero, claro, situarse del lado de quienes extienden recetas de confianza en las fuerzas del mercado y en la reducción de impuestos es comprar boletos para que te condenen al infierno de la “fachosfera”.

Si lo piensan con detenimiento, el baile de la yenka no permite avanzar ni un paso: se dan unos saltitos pero siempre se acaba en el mismo sitio. Lo mismo que el gobierno asturiano y sus cuitas de mesa camilla: siempre en movimiento para no ir a ninguna parte.

Suscríbete para seguir leyendo