Opinión | billete de vuelta

Los sindicatos del Gobierno, contra la oposición

Los sindicatos mayoritarios saldrán hoy a la calle a manifestarse contra el principal partido de la oposición. El mundo al revés: los que no mandan tienen la culpa de las meteduras de pata de quienes gobiernan. Convocaron la manifestación con un motivo –la negativa del PP a apoyar el decreto ómnibus– y la mantuvieron pese a anunciar los populares que apoyarán la reforma de las pensiones tras decidir el Gobierno trocear el polémico decreto de las churras y las merinas. Da igual, ya estaba pintada la pancarta y había que sacarla a paseo.

Han gozado UGT y CC OO de ocasiones varias a lo largo de los últimos años para desplegar su artillería frente a los tejemanejes del sanchismo. Pero prefirieron mantener el culo en los cómodos asientos de sus cuarteles de invierno. "Con los derechos de la gente no se juega", reza el lema de la movilización de unas organizaciones pasadas de moda, cada vez con menos afiliados, cada vez más escasas de prestigio. Tampoco se juega con el derecho a la igualdad de todos los españoles ante la ley, pisoteado por quienes se sacaron de la manga una ley de amnistía a la medida de unos cuatreros que amenazan impunemente con la reincidencia.

¿Dónde estaban UGT y CC OO cuando se perpetró ese atentado a la democracia? ¿Dónde se sitúan los sindicalistas cuando pende sobre Asturias la amenaza de la pérdida de fondos estatales para financiar servicios esenciales a costa de entregar a Cataluña todo lo que reclame el cachicán que con siete votos tiene cogido al PSOE por la bragueta? Se les echa en falta al cabo de esa calle, antes que sea callejón sin salida.

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