Opinión
Las cosas que a nadie le importan
El Gobierno y la sociedad asturiana necesitan reforzar su estructura actual de Salud Pública en la Consejería de Salud y en el Servicio de Salud. Hay una estrategia planteada para ello desde 2021

Una mujer que lleva una máscara camina en un paso elevado para peatones en Beijing, China, 05 de enero de 2023 / EFE
"Que venga el poeta. Y me trajisteis aquí para contar las estrellas, para bañarme en el río y para hacer dibujos en la arena. (...) Me trajisteis aquí para cantar en unas bodas y me habéis puesto a llorar junto a una fosa"
Hace unos días me llamó Pablo Álvarez, periodista de este medio, para que escribiera algo sobre los cinco años que han pasado desde la pandemia. Me dijo que escribiera lo que quisiera.
En la pandemia se nos fueron muchas personas antes de tiempo. Durante aquel período de tiempo solía anotar toda la información en libretas grandes de tapas duras. Las libretas las guardaba Alicia Blanco, responsable de la secretaría de la Dirección General de Salud Pública. Confieso que, incluso al dejar de ser director, le pedí alguna libreta en blanco. Por mantener aquel ritual.
Para una de las ruedas de prensa de aquellos días (2 de junio de 2021) anoté lo siguiente: "Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de enfrentarte a una pandemia es que siempre vamos a perder. Y que lo que nos vamos a llevar es volver de vencer en todas las derrotas".
En la pandemia se nos fueron muchas personas antes de tiempo. El informe de mortalidad por coronavirus del Observatorio de Salud en Asturias, del 15 de febrero de 2022, señalaba lo siguiente: desde el 29 de febrero de 2020 hasta el 14 de febrero de 2022, se registraron 3.401 fallecimientos confirmados por covid-19 en Asturias. Pero no todas las pandemias fueron iguales en todos los sitios.
Otras muchas personas quedaron heridas por diferentes motivos. En, aproximadamente, un 10-20% de personas que fueron infectadas por el virus persiste una tormenta inflamatoria con diferente sintomatología y con importante afectación para la vida de estas personas, mayoritariamente mujeres. En muchos casos, su vida ha empeorado considerablemente. Son personas afectadas por el covid persistente.
En otros casos, además de heridas, hemos envejecido antes de tiempo. Gargantúa es un ogro; en la película "Interstellar", es también el nombre de un agujero negro cercano al planeta Miller. Una hora en ese planeta equivale, aproximadamente, a siete años en la Tierra. Algunas de las personas que estuvimos cerca de Gargantúa en los años de la pandemia también envejecimos de forma acelerada. No somos ni seremos los mismos.
Muchas personas siguen sin saber a qué se dedican los profesionales de Salud Pública o para qué sirve la Salud Pública. No es lo mismo que la Sanidad Pública aunque están íntimamente relacionadas. Los profesionales de Salud Pública son la base para establecer medidas de protección, promoción de la salud, prevención y vigilancia y actuación para mejorar la salud a nivel poblacional.
La Salud Pública va más allá de dedicarse a gestionar pandemias o brotes de enfermedades. Va de generar entornos saludables y de hacer políticas que favorezcan que las personas puedan tener mejores vidas y tomar decisiones más saludables. Tener una buena Salud Pública es la mejor forma de evitar pandemias y de minimizar su impacto si, pese a todo, ocurren.
El presupuesto destinado a la Salud Pública en nuestro país y en Asturies es muy mejorable. He sido muy elegante diciéndolo así.
A Pablo Álvarez lo conozco ya desde hace 25 años. Nos tenemos mucho afecto mutuo y respeto profesional. Cuando llegué en el 2000 a la Consejería, como técnico de Salud Pública, el primer programa en el que colaboré fue el de VIH-sida. Uno de los grupos de trabajo fue con algunos profesionales de los medios de comunicación asturianos (Laura, Pablo, Nacho, Amor, Pilar, Alba y Azucena).
Han sido un grupo profesional del que no se ha hablado demasiado durante la pandemia, pero han sido fundamentales. Están del otro lado del panel iluminado de las noticias, pero, en ocasiones, saben mucho más que los que estamos de este lado. Su mirada es muy importante. No es un trabajo fácil. Su papel es hacernos preguntas, pero también tendríamos que preguntarles más a ellos.
Hubo cinco espacios físicos donde pasé la mayor parte del tiempo durante esos dos años de la pandemia: mi despacho como director en la Consejería (planta segunda); la habitación que habilité como despacho en mi casa; la sala de reuniones de la Dirección General (planta segunda); la sala de reuniones y despacho del consejero (planta tercera) y el ordenador.
Tengo el recuerdo nítido de mi cuerpo en diferentes zonas de esos espacios. Puedo recordar en qué zonas de esas habitaciones se tuvieron diferentes conversaciones, así como los nombres y apellidos de muchas personas que tuvieron un compromiso enorme con Asturies durante aquellos días: desde el cargo más alto hasta el último ciudadano.
Hubo otros espacios muy significativos: la sala para las ruedas de prensa en Consejería y la sala Belarmino Tomás en Presidencia.
Uno de los mejores regalos de cumpleaños que tuve jamás llegó un día antes de mi onomástica: el 27 de febrero de 2021, el comienzo de la vacunación en Asturies.
La situación mundial no es muy alentadora. Estados Unidos y varios países más están gobernados por gelipollas, machos autocráticos; los que nadie quería en el patio del recreo. Fíjense lo importante que es cuidar bien a los niños de pequeños y quererlos para que no se conviertan en monstruos de mayores.
Nos hemos comido un genocidio del pueblo palestino por televisión. Oportunistas y matones niegan el impacto ambiental. Salud Pública lleva años advirtiendo de la confluencia de una serie de elementos (cambios demográficos, migratorios, climáticos, violencias, pérdida de fuerza de sistemas públicos de cuidados, capitalismo salvaje y deterioro del planeta) en cuyo punto final, además de todos los desastres intermedios, puede estar además la emergencia de enfermedades y de nuevas pandemias.
¿Estamos preparados para una nueva pandemia? Contemos el presupuesto y los recursos humanos que tenemos disponibles en Salud Pública y respondamos a la pregunta.
Hay que actuar sobre las pandemias, pero hay que actuar sobre las causas. La mejor vacuna pasa por reforzar nuestras estructuras democráticas (ya sé que esto es muy genérico, pero se resume en que hay que arrinconar entre todos a los matones). Y esto pasa por hacer política. Esto pasa por dejar a un lado las miserias y mierdas partidistas y por hacer política. Pasar del yo-mi-me-conmigo al nosotros.
El próximo 13 de marzo se celebrará una Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados en la que, con alta probabilidad, habrá consenso político para aprobar el texto de la ponencia de la Ley de la Agencia Estatal de Salud Pública. Es un paso muy importante. Vamos tarde, pero es un paso muy importante.
La industria asturiana no debe deslocalizarse, pero sí es necesario que deslocalicemos estructuras estatales de Madrid. Madrid sigue funcionando como una Corte. Parece que toda la política real es la que se hace allí o la que viene de allí. Sabemos que no es así. Más Aníbal.
Seguimos viendo los ojos de la política de este país por la mirada de niñatos capitalinos que llegaron al mundo bajándose de un ascensor social alto. Hay que mirar al Norte. Se sigue contando la pandemia por lo que pasó en Madrid y no por lo que pasó en otras comunidades autónomas del país.
El Gobierno de Asturies y la sociedad asturiana tienen que solicitar que la Agencia Estatal de Salud Pública venga a nuestra comunidad autónoma. Pero, sobre todo, el Gobierno y la sociedad asturiana necesitan reforzar su estructura actual de Salud Pública en la Consejería de Salud y en el Servicio de Salud. Hay una estrategia planteada para ello desde 2021: hay un texto para la Ley de Salud Pública en Asturias; hay que mejorar las condiciones laborales de los profesionales de Salud Pública en Consejería, por ellos y para hacer atractivas las plazas y facilitar un relevo generacional; más municipalismo y apoyar mucho todo el trabajo comunitario que se está haciendo por toda Asturies.
Uno de los mejores aprendizajes que tuvimos en la pandemia es que podíamos ser ágiles actuando en procesos que antes demoraban demasiado. Es posible que nuestra Administración sea más ágil gestionando contrataciones, presupuestos, habilitando normas. Eso necesita más personas trabajando y compromiso político. Es posible —aunque mira que hubo y hay postureos— alcanzar acuerdos políticos más allá de miserias partidistas.
Esto parecerá fuera de contexto dicho aquí, pero es una de las cuestiones que tengo más claras en este año y medio como diputado en el Congreso: Asturies tiene que potenciar su identidad y eso pasa por la oficialidad de la llingua asturiana. Enraizar y hacer crecer nuestra llingua nos hará más fuertes y más globales. Nos dará más poder y más autoestima. Y esas son también herramientas necesarias para construir comunidades más cohesionadas y saludables.
Una de las mejores entrevistas en aquellos meses me la hizo Pablo el 6 de junio del 2021. Revisándola parece que han pasado mucho más que cinco años. Gargantúa. En ella recordaba una frase de Hannah Arendt: "Hay un precepto bajo el cual he vivido: prepárate para lo peor, espera lo mejor y acepta lo que venga".
(El vídeo de aquella entrevista lo realizó Amor Domínguez).
Es importante saber con cuánto poder cuentas para hacer las cosas. Hay diferentes formas de medir el poder. Una es cuánta gente te llama y te responde un día y cuánta gente deja de llamarte y responderte otro. Es formidable analizar bien esto y observarlo. Y anotar y acariciar con cierta compasión los egos y los narcisismos que acumulan ciertos poderes irredimibles.
El trabajo en Salud Pública va desde lo pequeño a lo grande y de lo grande a lo pequeño. Muchas personas tratan de hacer las cosas bien en muchos sitios diferentes. Un orgullo de compañeras y compañeros que han puesto sus cuerpos. Recuerdo una foto de Alex Piña con muchas de esas personas, imprescindibles, en las escaleras de la Consejería. Todas cuidamos de todas (y el infinito dolor de las veces que no pudimos hacerlo).
Buscamos la belleza y sus diversas manifestaciones. La Salud Pública es fundamental porque busca una esas manifestaciones: la salud colectiva. Salud Pública supone hacer un trabajo callado. Sin apenas hacer ruido, como los gorriones. Dedicar la mayor parte del tiempo a lo que pasa desapercibido. Dedicarse a todo aquello que, siendo lo más importante, son las cosas que a nadie le importan.
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