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Madrid

El Sahel en tiempos de seguridad y rearme

El representante de la UE para la zona advierte que va a tocar hablar y entenderse con las juntas militares de Mali, Burkina Faso y Níger y dialogar más con China

Una quincena de solicitantes de asilo procedentes entre otros países, de Mali, esperan recibir recibir asistencia en la ciudad de Melilla.

Una quincena de solicitantes de asilo procedentes entre otros países, de Mali, esperan recibir recibir asistencia en la ciudad de Melilla. / EFE

Propongo en estos minutos reflexionar sobre el Sahel, ahora que el mundo se está recolocando. La Unión Europea, también. Conceptos como el “rearme”, la “guerra arancelaria”, las “grandes tecnológicas” y la “ciberseguridad” se han colado en el lenguaje habitual de los europeos, que no hace tanto tiempo tuvieron que incorporar a su charla coloquial términos como “prima de riesgo”, “pandemia” o “inflación”. Ha habido que digerir que las ocurrencias o fechorías de personajes como Donald Trump, Vladimir Putin y Benjamin Netanyahu marquen nuestro presente y nuestro futuro. Y nos hemos tenido que acostumbrar a convivir con un cierto runrún apocalíptico que nos sugiere que nada debe darse por sentado. Ni por definitivamente asentado.

Las autoridades de la UE tratan de lidiar a la vez con la guerra en Oriente Medio, el incierto final que parece llegarle al conflicto entre Rusia y Ucrania en suelo europeo y las estrafalarias formas de Trump para gestionar la economía, cuya lógica parece tener más que ver con los retos virales que llenan las redes sociales que con los modelos probados para la prosperidad económica.

Ese contexto está haciendo que las alianzas tradicionales se cuestionen y se exploren nuevas puertas que conduzcan a sensaciones de seguridad y certidumbre, por incómodas que resulte atravesarlas. También en el Sahel. Ha estado por Madrid el representante especial de la UE para la zona, Joao Cravinho, dejando algunas pistas del “nuevo enfoque” que le quiere dar a las relaciones con un territorio que parece vital en la lucha contra el terrorismo yihadista y otros peligros globales. Esto es, en la lucha por encontrar esa seguridad y esas certidumbres que se han convertido en prioridad absoluta.

Cravinho destacó la urgencia de encontrar una posición común dentro de la Unión para establecer un plan transparente y bien explicado para con el Sahel, que después no presente vías de agua internas ni provoque desconfianzas en África, y que tenga en cuenta que otros países como Rusia o China ya están desplegando su hoja de ruta en la zona. Se abre paso la idea de establecer diálogo oficial con las juntas militares que gobiernan los tres países del Sahel central, Mali, Burkina Faso y Níger, para ayudarles a hallar alternativas y una mayor unidad en la defensa, algo que es de especial interés para la vecina Europa en estos momentos. “Vamos a tener que trabajar con ellos… eso no significa que vayamos a abdicar de nuestros principios”, relató el responsable europeo para la mencionada zona.

Rusia y juntas militares de Mali, Burkina Faso y Níger acuerdan asociación estratégica

Rusia y juntas militares de Mali, Burkina Faso y Níger han acordado una asociación estratégica a principios de abril. / Agencias

"No nos podemos permitir el lujo de decir que no nos gustan porque llevan uniformes", reconoció Cravinho en un acto sobre el Sahel organizado por EsadeGeo en Madrid. "La realidad es que estos regímenes que han llegado al poder de forma inconstitucional no van a desaparecer de un momento a otro", añadió el diplomático portugués. Le acompañaba en este acto el secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Diego Martínez Belío, quien hizo evidente que compartía la posición.

Cravinho hizo la reflexión, y la comparto con ustedes, que la mayor dificultad que ha existido hasta el momento para acercarse a esos países desde la UE es "una incapacidad mutua de escuchar al otro y explicar lo que es importante para nosotros". Por su lado, el español Martínez Belío resaltó que los Veintisiete y las instituciones europeas juntos tienen más presencia en esta área, clave para la seguridad, que otros países -con la excepción de China-, pese a que nuevos actores como Turquía, Arabia Saudí o Qatar son cada vez más activos allí y obtienen además "réditos políticos".

Un soldado maliense camina entre los restos de una base militar tras un ataque islamista

Un soldado maliense camina entre los restos de una base militar tras un ataque islamista. / Agencias

En lo que concierne a los papeles que están desempeñando países como Rusia o China en el Sahel, se hace desde la UE una clara distinción: los mercenarios rusos apoyan principalmente a Malí y en menor medida a Níger, tomando posición pero sin lograr ayudar realmente a contener el yihadismo que se hace fuerte en la zona. La administración China, mientras, busca ejercer influencia con un mayor nivel de coordinación y diálogo con Europa. Por eso el representante para el Sahel apuesta por hablar también con China, como con otros actores que pueden resultar estratégicos, en busca de estabilización y seguridad en un momento en el que toca recolocarse.

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