Enchufados

En el chat del colegio, donde nos comunicamos compañeras que acabamos de celebrar los cincuenta años de la promoción y donde nunca se habla de política y sí de recuerdos, una ingenua ha colgado un chiste que dice que el PSOE ha enchufado a tanta gente que el sistema ha reventado. Enseguida le han recordado que el chat está para unir y que como somos tantas es mejor no opinar sobre temas peliagudos. Esta impertinente, como lo es, ha escrito que enchufes haberlos los ha habido, pero no sabe si para colapsar. Los chistes son chistes y esto era una broma –qué mejor terapia que el humor para enfrentarse a episodios tan oscuros como el del 28 de abril–, pero lo de los enchufados de este gobierno, aparte de merecerse el sarcasmo y sobrepasar la línea roja de lo penal, está teniendo unas consecuencias tan calamitosas para la población que todo lo que se diga, se denuncie y se insista será insuficiente.

Hasta tres veces le oí al presidente referirse al operador privado al que lleva camino de echar todas las culpas de lo que en eufemismo solo para tontos llamó crisis eléctrica. Pues resulta que el que se hartó de reírse bravuconamente de las predicciones apocalípticas de la derecha sobre un apagón que nunca iba a producirse, compareció –tarde y mustio, pero compareció– porque no había luz en España, aunque no quisiera mencionar la palabra apagón. Decir medias verdades es su forma habitual de tergiversar la realidad y por eso omitió que Red Eléctrica, cuya presidenta del PSOE, Beatriz Corredor, fue nombrada a dedo, había negado taxativamente la posibilidad a corto o medio plazo de un apagón porque precisamente la empresa, que según ella es la repera, garantizaba el suministro. Y la empresa es un 20% propiedad del Estado que es el accionista mayoritario y por eso su presidenta es socialista.

Por lo demás, la vida sigue para los que se quedaron atrapados en los ascensores o para los viajeros abandonados en trenes perdidos. Corredor no ha comparecido y ni Puente ni Sánchez se han disculpado. Hasta la próxima.

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