Opinión

¿Son adecuados los tributos en España?

La política fiscal

La cuantía de los impuestos de un país es un tema importante pues afecta de forma significativa a toda la población, dado que todos los pagamos de una u otra forma. No se debe olvidar que la tributación no supone nunca "tirar" el dinero porque a cambio de la misma se reciben muchos servicios públicos.

Existen al menos dos formas lógicas para saber si la tributación (impuestos y cotizaciones sociales) que se paga es razonable, es decir, si es de una cuantía lógica y justa, o no. Una de ellas es comparar su nivel con el de las economías de nuestro entorno y la otra es mirando si son razonables o adecuados los servicios que prestan las administraciones a partir de ella.

Si comparamos la presión fiscal en España con la de nuestros vecinos más próximos física y socialmente tenemos que es inferior a la de la media de la Unión Europea. En 2023 la presión fiscal en España estaba en torno a 37% del PIB, mientras que la media de los 27 países de la Unión Europea era del 40%. Por tanto, teníamos 3 puntos menos de tributación que suponen 7,5 % menos de carga impositiva.

Por el lado de las prestaciones sociales la cuestión tiene cierta subjetividad, aunque la misma se puede decir que en gran medida desaparece si miramos solamente si estos servicios son adecuados o no, sin considerar los tributos que los sustentan.

Veamos algunos ejemplos de servicios públicos. Es muy probable que la inmensa mayoría de los ciudadanos estarán de acuerdo en que nuestra sanidad, que goza de bastantes bondades, es deficiente sobre todo si se miran sus largas listas de espera. Igualmente, la justicia sufre de enormes demoras a la hora de dictar sus sentencias. En educación se echan en falta más medios para que el número de alumnos por aula no sea elevado y para que la retribución de los docentes sea adecuada a su trabajo. En el tema de retribuciones también quizá las de las fuerzas del orden nacionales sean insuficientes, al menos si se comparan con las de algunas autonomías. En las infraestructuras probablemente serían deseables nuevas inversiones y un mejor mantenimiento de algunas de ellas. Es verdad que los recursos nunca son suficientes, pero si la mayoría de lo anterior lo consideramos cierto, es claro que la financiación de estos servicios públicos es insuficiente siéndolo así la tributación que los sustenta.

En conclusión, parece que la tributación en España, principalmente la proveniente de impuestos, debería más bien aumentar y no disminuir tal como propone algún partido político. Si se desea bajar los impuestos se debe indicar en qué partida se pretenden hacer los recortes que conllevará tal bajada o bien alternativamente reconocer que se aumentaría la deuda pública lo que supone tener que pagar intereses por ella y posponer su pago hacia el futuro.

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