Una minería con futuro

En los últimos días, leo con sorpresa, perplejidad y por qué no decirlo cierta indignación, las conclusiones de hipotéticos "expertos", solo avalados por su formación, sobre las consecuencias, que la explotación propuesta pare el yacimiento de Salave, tendría en Tapia de Casariego y zonas limítrofes.

Se argumenta de modo que, una serie de lamentables accidentes o incidentes acaecidos en las últimas décadas en algunas de los miles de explotaciones mineras que se han desarrollado en el mundo, fuera la inescrutable consecuencia de cualquier otra explotación que pudiera llevarse a cabo en el presente o en el futuro. Ello requeriría no solo evitar la explotación de Salave sino cualquier otra que conllevara la extracción de recursos minerales pues tendría unas consecuencias fatales sobre la vida humana y el medioambiente. Y para redondear la conclusión, se propone la inmediata sustitución de la extracción minera por el reciclado y reutilización de metales y minerales existentes que se supone ya se han producido en cantidad suficiente.

Este demagógico razonamiento nos llevaría a excluir cualquier otra actividad humana que haya tenido y tenga consecuencias fatales para la vida o el medio ambiente. Así, deberíamos sustituir la construcción de viviendas, de infraestructuras viarias y de comunicación, de aeropuertos o el desarrollo de medicamentos. Habría que eliminar vehículos, aeronaves y en general medios de transporte pues estos han generado multitud de decesos en su desarrollo y utilización.

No se valoran las ventajas o inconvenientes de cómo se propone desarrollar una determinada actividad, como la explotación de Salave, sino que se desecha y descarta por el tipo de actividad contemplada.

De este modo, se tiene que "prohibir" la propuesta de explotación del yacimiento de Salave porque se producirán fugas de cianuro hacia el entorno. Pero resulta que la producción de concentrado propuesta en Salave excluye de manera clara y taxativa el uso de productos cianurados en todo el proceso desarrollado en Tapia. Del mismo modo, se puede comprobar los bajísimos contenidos en mercurio de la mineralización de Salave.

La propuesta de Salave pretende de la manera más sencilla extraer del subsuelo de Tapia la mineralización de sulfuros, en su estado natural y sin ninguna transformación. Estos sulfuros que se ubican entre la roca granítica, son los responsables entre otras cosas de la peculiar composición de las aguas subterráneas de Salave y cuyo excedente se dirige actualmente hacia el mar a través de playas y acantilados. La eliminación de estos sulfuros solo puede contribuir a la mejora de la calidad del agua subterránea.

No es mi propósito hacer aquí una larga y prolija exposición sobre la contribución definitiva e insustituible de la minería, desde los tiempos más remotos, al desarrollo de la civilización y del bienestar de los seres humanos, a pesar de los inconvenientes que hayan podido acaecer a lo largo de tan larga historia.

En nuestras sociedades del primer mundo hemos progresado enormemente entre otras actividades gracias a la explotación de los recursos naturales y la minería es una muestra inequívoca de ello.

Reciclar y reutilizar es una muy loable pretensión para cuidar nuestro entorno, pero tenemos que adaptarnos al avance de la tecnología y de las propias sociedades. A día de hoy, según datos del Banco Mundial, no es verosímil que en los próximos 30 años las tecnologías de reciclado permitan compensar la creciente demanda de metales debido al crecimiento demográfico, el desarrollo económico y la transición energética. En definitiva, tenemos que encontrar el razonable equilibrio entre la creciente demanda y la aportación de los metales necesarios a través del reciclado y de la extracción.

Como ingeniero de minas con una larga trayectoria en explotación y desarrollo de proyectos mineros, colaboro con Exploraciones Mineras del Cantábrico y su matriz para construir una propuesta de explotación de Salave sencilla, eficiente y plenamente alineada con las demandas sociales, económicas y medio ambientales.

En definitiva, en EMC y su matriz, proponemos un proyecto verosímil y realizable, tenemos experiencia contrastada y conocimiento necesario como operadores de explotaciones metálicas, tenemos la voluntad inequívoca de desarrollar el proyecto extractivo propuesto para el yacimiento de Salave y tenemos acceso a los recursos económicos y técnicos necesarios para ponerlo en marcha, sin recurrir a la financiación pública. No hay rastro de comisionistas o especuladores a los que descabezar.

Confío en que esta propuesta sea valorada por los especialistas y las administraciones con rigor y ecuanimidad evitando matices ideológicos y demagógicos.

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