Opinión
La crisis de la verdad
Byung-Chul Han disecciona con lucidez los engaños de la sociedad contemporánea, formateada por el capitalismo de la información y la vigilancia
En la tarea siempre arriesgada de trazar el mapa de lo contemporáneo Byung-Chul Han destaca tanto por la lucidez y claridad interpretativa de un tiempo fragmentario y escurridizo como por la mimetización con su propia época, a través del formato reflexivo que más se acomoda a ella: brevedad y concreción sintética. La veintena de libros que componen su obra filosófica son destilados concisos, a los que el lector no tarda en abrirse a través de frases bien dibujadas. En una superación del abstruso pensamiento alemán, de su matriz heideggeriana, el nuevo premio "Princesa" domina la técnica de los textos fluidos y asertivos, que, en poco tiempo y con el justo esfuerzo, dejan en quien se sumerge en ellos la impresión de conocer algo más sobre el momento en que vive. Los de Byung-Chul Han son libros que se van sumando, cuya brevedad se amplifica con su continuidad. Ese conjunto de obras no compone un corpus al modo clásico, carece de pretensiones de sistema, aunque están atravesadas por la misma idea directriz de desmontar el engaño del mundo al dejar al descubierto la nervatura de la época.
"Nos embriagamos hoy con el medio digital, sin que podamos valorar por completo las consecuencias de esa embriaguez. Esta ceguera y la simultánea obnubilación constituyen la crisis actual", diagnosticaba con rotundidad en 2013 en el breve prólogo a "En el enjambre" (Herder). Desmenuzar esa crisis ha sido su tarea filosófica de todos estos años.
Si hay un signo mayor de ese proceso crítico es "la pérdida de fe en la propia verdad", lo que define como "el nuevo nihilismo", el fenómeno característico de este siglo y "el fruto de las distorsiones patológicas de la sociedad de la información". En "Infocracia" (Taurus, 2022) perfila la nueva "forma de dominación actual" en la que "la información y su procesamiento mediante algoritmos e inteligencia artificial determinan de modo decisivo los procesos sociales, económicos y políticos". En esta nueva mutación del capitalismo, el de la información y la vigilancia, las personas quedan degradadas "a la condición de datos y ganado consumidor". Ese proceso se desarrolla sobre sujetos a los que las sombras de la caverna digital les hacen creerse seres muy libres, mientras sufren la mediatización de las redes y pierden por completo la capacidad de tener una mirada externa sobre sí mismos, de verse más allá de un perfil propio que los tribaliza y limita. Byung-Chul Han alerta de que "junto con la globalización, la digitalización y la creación de redes están acelerando la desintegración del mundo de la vida". Dicho de otra manera, la realidad ha dejado de construirse sobre lo fáctico y su contexto, nos adentramos "en el universo posfactual de las tribus digitales", en el que "un enunciado ya no hace referencia alguna a los hechos", lo que supone "prescindir de toda racionalidad". Por esa vía, "el discurso se sustituye por la creencia y la adhesión".
Ahora "la ideología se viste de verdad" y sin una verdad compartida "la sociedad se desintegra internamente". La actual sería así la crisis de la verdad, que hunde sus raíces décadas atrás, en el último tercio del siglo pasado. El autor de "La sociedad de la transparencia" traza los hitos de ese devenir, que comenzaría con "el fin de los grandes relatos, que da paso a la posmodernidad" para consumarse en la sociedad de la información. En este punto se pierde el "carácter narrativo" de la verdad, su condición esencial, a juicio del autor coreano-alemán, y que se caracteriza por su capacidad para integrar los hechos y articular un discurso argumentativo. Algo muy alejado de la "libertad concedida a todo el mundo para decir cualquier cosa, cualquier cosa que a uno le guste o que le beneficie. Se hacen sin el menor escrúpulo afirmaciones que ni siquiera guardan relación los hechos".
Antes de esa resurrección confiada que es "El espíritu de la esperanza" (Herder, 2024), su obra más reciente, Byung-Chul Han apura hasta el final esa visión demoledora de lo contemporáneo. En "La crisis de la narración" (Herder, 2023) extiende la pérdida de "la preocupación por la verdad" incluso al entorno intelectual en el que se desenvuelve. "Hemos perdido la audacia para la filosofía, la audacia para la teoría, es decir, hemos perdido la audacia para la narración", grave limitación puesto que "pensar no es otra cosa que narrar" y el "pensamiento avanza con pasos narrativos". "Cuando Hegel considera que la tarea de la filosofía es captar su época en conceptos, se ve a sí mismo como un periodista", reflexiona Buyn-Chul Han, en una aproximación a la raigambre de su pensar. En ese reduccionismo de la filosofía a lo narrativo, algo muy posmoderno, radica quizás una de las debilidades del nuevo premio "Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades".
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