Lo que un Papa no puede permitirse

Pues ya tenemos sobre el tablero mundial a dos líderes estadounidenses, y hasta resulta razonable pensar que uno ha llegado a su cargo por influjo del otro, para contrarrestarle.

Ambos están en edad de jubilados. Uno ha sido elegido por decenas de millones de electores; el otro por un estamento de 133 miembros inspirado, al parecer, por un gran elector con formato de paloma. Cada uno a su manera, Donald Trump y León XIV administran mucho poder, incontestable en muchos aspectos. Ahora bien: ¿Cómo gobiernan? ¿Con qué talante juegan las poderosas cartas que tienen entre manos?

Hasta la fecha, Trump ha demostrado pocos escrúpulos, navega con soberbia, desprecia cualquier discrepancia, desdeña a quienes le rodean… Sólo parece entender el lenguaje del dinero.

¿Qué hará el Papa Prevost? Su cargo es vitalicio, no tendrá que pasar de nuevo por las urnas, lo que le confiere mucha libertad. Su poder en la Iglesia es omnímodo. Sin embargo, debe gestionarlo con delicadeza, con humildad, con escucha, con eso que Francisco ha llamado "sinodalidad"… Puede hacerlo de otra manera, pero entonces una voz le avisará. Y no será la voz de una Melania enojada o compungida. Será un aviso de índole superior; un mensaje sutil sólo perceptible para conciencias refinadas e inaudible para sujetos ebrios de poder.

La misma voz que advertirá a León XIV en caso de excesos, antes advirtió a Francisco, a Benedicto XVI, a los Juan Pablos, a Pedro… Que todos estos señores papas, en posesión de una potestad irrestricta, se hayan autolimitado en su manera de gobernar; que incluso hayan mejorado como personas en el ejercicio del poder; que hayan dejado este mundo envueltos en un halo de humildad y entrega hasta el final; que, en suma, la trayectoria personal de un papa tras otro desafíe de tal manera los instintos básicos humanos, es algo muy difícil de concebir.

El tenor de vida de los papas, celebridades sujetas a grandes presiones, es un fenómeno que sólo cabe interpretar como el resultado de la acción prodigiosa de un poder superior. Un poder que quizá tenga cuerpo de paloma, pero cuya fuerza parece propia de un águila arpía.

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