Opinión

El síndrome de Diógenes del PSOE

Santos Cerdán, número tres del partido, se incorpora a la nómina de investigados

Al PSOE se le ensancha el detritus y ya no hay alfombras, ni en Moncloa ni en Ferraz, capaces de tapar el avance imparable de la ciénaga. Parecería que la sede de Presidencia del Gobierno y la casa grande del partido en Madrid sufren un incalculable síndrome de Diógenes. Toda la basura acumulada a lo largo del mandato sanchista ha empezado a aflorar en cuanto que los jueces se han puesto manos a la obra después de que la UCO hiciera su trabajo, como corresponde a un cuerpo de investigación de élite. ¿Cómo no van a atacar ministros, paniaguados y porta estandartes de la cofradía del amén a magistrados y fiscales, a policías y guardias civiles, si entre unos y otros han identificado a bandoleros, cuatreros y mangantes?

A los escándalos familiares que acorralan al presidente y a la vergonzante mordida de mascarillas de los Koldos y los Ábalos hay que sumar ahora la supuesta participación de Santos Cerdán en el amaño de adjudicaciones de obra pública, alguna en Asturias, donde se jactan: «Hemos hecho bingo». La Unidad Central Operativa de la Benemérita ha hallado conversaciones que supuestamente incriminarían al número tres del partido, que huele a cadáver.

¿Acaso no se olía desde la calle la pestilencia de la fosa séptica? ¿No era evidente el nauseabundo tufo que emergía de las cloacas? Se han puesto una pinza en la nariz, una venda en los ojos y un mensaje único en la boca: la culpa es de la derecha, la ultraderecha, los jueces, los investigadores y los periodistas en confabulación judeo-masónica. Y no les van a sacar de ese manido relato.

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