Opinión

PEDRO De SILVA

Espolones sin galones

Detrás de la máscara de cualquier dictador o aspirante a serlo hay una masa de carne enferma de megalomanía, un mal del espíritu con sintomatología bien conocida. La secuencia del gran desfile militar organizado por Trump para celebrar su cumpleaños, con el pretexto de conmemorar los 250 del ejército de los Estados Unidos, ofrece la imagen patética de uno de los síntomas. Puesto que se trata de un ejército que tiene en su historia hechos de armas tan admirables como haber luchado contra el fascismo europeo y japonés, instaurando la democracia, supongo que su instrumentalización personal por Trump habrá avergonzado y tal vez indignado a muchísimos militares. Para librarse de ir a Vietnam, el entonces gallito Trump alegó al parecer unos espolones en los pies que luego nunca volvieron a aparecer. Una historia frecuente en este tipo de valientes con más cresta y plumas que espolones.

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