Opinión

Solo acaba de empezar

El que todavía crea que la orgía de corrupción en el PSOE, destapada por la UCO, es simplemente cosa de tres que levante la mano. Evite, eso sí, ponerla en el fuego como han hecho algunos ministros por Cerdán, para no tener que sufrir quemaduras. La corrupción de las mordidas se puede decir que es algo ya sistémico en este país; ha emputecido desde los años ochenta a los dos principales partidos políticos. Tanto los socialistas, primero, como después los populares, hasta llegar al "caso Koldo", han chapoteado en ella como los cerdos en el fango. Y casi nunca, salvo, creo recordar, Juan Guerra y Luis Roldán, aquel director general de la Guardia Civil al que acusaron incluso de pillar en el "cepillo de los huérfanos", los mangantes han actuado solos; generalmente lo han hecho organizados o amparándose en la organización, tejiendo por medio de ella y valiéndose de los tentáculos que brinda el poder: obras públicas, contratos de las administraciones, tráfico de influencias en connivencia con terceros, etcétera. Ello, comparado con el feroz desviacionismo democrático de esta aciaga etapa sanchista, no supone ninguna novedad en España. Recuerden, Filesa, Malesa y Time Export, la trama original del felipismo para financiar ilegalmente al PSOE; Mariano Rubio e Ibercorp; el citado "caso Roldán"; Carmen Salanueva y el BOE; más tarde, los ERE de Andalucía; la Gürtel y los Papeles de Bárcenas, en el Partido Popular, sin dejar a un lado la red de corrupción periférica organizada por CIU en Cataluña: todo ello forma parte de manera persistente de una misma secuencia familiar de trincones organizados para llevárselo crudo ellos, pero también los clubes del crimen a los que pertenecían. Tengo la impresión de que ahora no va a ser diferente. El desfile solo acaba de empezar.

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