Negacionismo creciente

Los últimos informes sobre la evolución de la crisis climática dan casi por perdida la lucha contra ella, debido al débil esfuerzo en los grandes países productores de CO2, la regresión en la USA de Trump y el riesgo añadido de que Europa, única potencia económica que se la había tomado en serio, afloje el pulso con la penetración del negacionismo de la extrema derecha, empeñada en poner palos en las ruedas de cualquier medida, incluidas las más modestas. La del negacionismo es una causa perdida por ellos a largo plazo, porque la evidencia de los efectos ya producidos y el consenso de los científicos sobre los que vendrán se impondrá por la fuerza de los hechos, pero para entonces será demasiado tarde. Es flaco consuelo que los negacionistas –con fuerte presencia hoy en España por la alianza del PP con los franquiciarios de Trump– tengan un día que explicarlo a sus descendientes.

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