Opinión

Alternancia a la tremenda

En España la 2.ª Restauración (1978), un híbrido de monarquía y república, nace con una vocación de alternancia en el poder que evocaba la 1.ª sotto voce. Pero la alternancia requiere un espíritu liberal que al faltar aquí lleva a un apego al poder que hace que solo se produzca por algo tremendo. Cuando Suárez se queda sin apoyos se encastilla y lo acaban echando los militares. El ciclo inacabable de González se agosta entre sombras del terrorismo de Estado y la corrupción. El de Aznar, con la instrumentalización de un horrendo atentado yihadista para endosarlo a ETA. El de Zapatero, con la tormenta de una honda crisis que no supo ver. El de Rajoy, con la incrustación en su partido de una corrupción de larga estirpe. El de Sánchez puede acabar por llegar de redentor y no saber evitarla. Creo que no sería justo negarles la condición de buenos presidentes, pero ninguno supo saltar a tiempo.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents