Del «Y tú más» y otros mantras

Inmaduros y poco comprometidos, políticos del PSOE rechazan de otros del PP lecciones de honradez.

«No podéis corregirnos porque hacéis lo mismo que reprocháis», protestan.

Desviación retórica que retuerce y redirige la acusación para desacreditar al oponente, llamarlo hipócrita y escabullirse sin refutar ni negar su argumento. Los ingleses lo denominan Whataboutism, o sea, «¿Y-qué-hay-de-lo-tuyo?», o el infantil «Y-tú-más», «Y-tú-también».

Falacias ad hominem que repugnan a los espectadores, a los contribuyentes, a los terceros en discordia, y rechazamos porque «Y-tú-también», que viene a ser «Y-yo-también», significa que no estamos en buenas manos ni vamos a estar.

El origen de esos mantras viene de antes de Cristo, con el «Tu quoque fili mi?», la célebre exclamación de Julio César cuando vio que, entre los conjurados, Bruto, su hombre de confianza, también le asestó una puñalada. Y a este latinajo volveremos; tendrá que acuñarlo Pedro Sánchez para dirigirse a sus socios et fílii, et Spíritus Sancti, porque, más pronto que tarde, antes de las cinco, van a comportarse como Bruto y joderle la merienda-cena. n

Suscríbete para seguir leyendo