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Opinión

Un nudo en la garganta

Un principio de proporcionalidad desproporcionado en Gaza

A buenas horas mangas verdes, deponer las armas con tantos cuerpos que yacen de una y otra civilización separadas por el muro del progreso: siempre hay una línea que divide, línea de vida en términos de salvamento.

De fondo, un principio de proporcionalidad desproporcionado en Gaza.

Es Gaza un nudo que refleja, no el choque, el abismo entre civilizaciones, dicotomía del hombre primitivo, siguiente paso al buen salvaje que citara Rousseau.

El buenismo del hombre viciado en su conjunto. La sociedad es el problema y a la vez solución para la mímesis, memes que nos hacen replicar y exacerbar el gen egoísta, que no es individual sino fruto de la suma.

Esa cualidad sociológica se manifiesta en la cultura que produjo la civilización. En resumen, Huntington se queda con la Segunda Guerra Mundial posicionándose en términos de poderío militar.

La cultura, así, es un baúl de los recuerdos que toda civilización desea conservar, las guerras tienen memoria, se retroalimentan y se justifican porque somos "civilizados".

Guerra fría o lo contemporáneo de la cultura, núcleo de las diferencias, pero no suficiente para tirar del cabo con el que desatar el nudo de Gaza, atadura donde anclarse y preservar la vida al subirse a las alturas para luego descender, caso de Hamás.

La guerra es el argumento disuasorio e instrumento para defenestrar. Un ganador "civilizado" frente al bárbaro –el contrario– pues en la historia de las civilizaciones siempre han malentendido que el otro es el salvaje, por muy bueno que lo pinte Rousseau.

No se trata de repasar la historia del mundo civilizado, de los que usan la razón frente a la superstición, progreso frente tradición, el caso es la supremacía y ganar.

Los civilizados, unos por sus creencias y otros por pertenencias frente a la civilización global, son el mismo escenario para quienes fueron perseguidos buscando su exterminio. La historia se vuelve a repetir por imitación.

¿Qué cambia en toda esta mímesis si al final nos regimos por un mismo Dios siendo hombres de barro todos?

¿Dónde está el hombre?, se preguntaba Maistre, cuando se oculta tras la cultura que produjo la civilización, la razón desdeñada pues nadie sabe desatar ese nudo de gazas, del sufrimiento de pueblos devastados una y otra vez.

El nudo gordiano de Gaza es el hombre oculto tras un verdugo, oculto bajo la sociedad como escudo al cabo del miedo de dos civilizaciones antes que Estados, enfrentadas en sus sagradas escrituras, siendo la cultura que nos hace incivilizados.

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