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Opinión

Trabajo decente

La base de una sociedad con futuro

Como afirmó Mahatma Gandhi: "El trabajo es la única forma de alcanzar la libertad y la independencia". Este concepto no solo alude al hecho de trabajar, sino a hacerlo en condiciones de libertad, equidad y dignidad humana. Implica un empleo que garantice ingresos justos, protección social y oportunidades de desarrollo para las personas trabajadoras y sus familias, tal como lo define la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Hablar de trabajo decente es hablar de justicia y de un modelo de sociedad en el que las personas puedan desarrollarse plenamente, tanto en lo profesional como en lo personal.

Asturias vive actualmente una situación que exige una reflexión profunda sobre su calidad en el empleo. Enfrentamos desafíos estructurales como el envejecimiento de la población, la despoblación del medio rural y la falta de oportunidades para la juventud. Estos problemas se suman a una reconfiguración industrial impulsada por la transición energética y al importante crecimiento de determinados sectores, sobre todo los ligados al ocio y al turismo.

Una pieza fundamental para afrontar el futuro de Asturias será la capacidad que tenga de generar empleo de calidad, estable y con derechos. La inestabilidad laboral, los bajos salarios, las horas extra no remuneradas y la subcontratación sin garantías son prácticas que no vamos normalizar, al contrario, las combatiremos con todos los medios que tenemos a nuestro alcance.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más del 18 % de los empleos en Asturias son a tiempo parcial involuntario, una cifra superior a la media nacional y que, además, presenta un agravante: el porcentaje es aún más alto en el sector público que en el privado. Esto significa que muchas personas trabajadoras no tienen otra opción que aceptar jornadas reducidas, algo que afecta especialmente a mujeres y jóvenes. Esta precariedad no solo empobrece a quienes la sufren, sino que también desequilibra el mercado laboral, debilita el tejido productivo y frena el crecimiento económico real.

Asimismo, las disparidades salariales en la región siguen siendo un reto importante, con una brecha que afecta más a las trabajadoras que a los trabajadores y que se agrava en ciertos sectores con alta presencia femenina.

El trabajo decente no es un ideal inalcanzable, es un derecho. Para hacerlo efectivo, se deben garantizar salarios justos, condiciones laborales seguras, estabilidad contractual y respeto a los derechos laborales. En este sentido, la negociación colectiva se presenta como una herramienta fundamental para mejorar las condiciones de trabajo y corregir las desigualdades que siguen lastrando el mercado laboral.

Una de las claves para asegurar el trabajo decente en Asturias es la formación continua. La transición hacia un modelo económico más sostenible no debe dejar atrás a las personas trabajadoras; por ello, la capacitación permanente es crucial para adaptarse a los nuevos retos del mercado. Esta formación debe acompañarse de políticas activas de empleo que ofrezcan itinerarios reales de inserción, con acompañamiento y empleo estable al final del camino.

Para UGT Asturias, esta reivindicación será siempre prioritaria porque es la clave para combatir la desigualdad, fijar población en el territorio, sostener el sistema de pensiones y garantizar un desarrollo económico que no deje a nadie atrás. Un modelo económico justo, que valore a las personas que lo hacen posible, es el único camino hacia una Asturias más fuerte, más justa y con más futuro.

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