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Opinión

Cultura del empacho

Con el exceso calórico del cuerpo, un combinado de ingesta masiva y poco trabajo físico, solo caben tres cosas: almacenarlo en el propio cuerpo, quemarlo con deporte cruel o destruirlo a la puerta con dietas artificiales. El empacho informativo, debido a la profusión de fuentes y vías en vena, se trata con cirugía canalla: la selección forzosa de mensajes cortos, que troquelan y no informan. El empacho de vehículos para la movilidad física obliga a inmovilizarlos en espacios públicos de ciudades y pueblos. El del vestuario, a almacenarlo en casas, contenedores para donación o vertederos. En cuanto a la oferta cultural, que llega en todos los soportes (pantallas de cualquier tamaño, libros, cascos, centros de arte), al ser de imposible asimilación bloquea al adicto y hace de él un zombi culto, siempre de aquí para allá. Es dura la vida en la sociedad de bienestar en su fase hipertrófica.

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