Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión

Topónimos

En un reciente viaje por tierras castellanas he recordado otro hace muchos años cuando pasamos por un pueblo de nombre Ataquines. Alguien nos explicó a mi hermana y a mí que la curiosa denominación se debía a que al pasar por allí Isabel la Católica sufrió unos como ataques y desde entonces la localidad se llamó Ataquines de la Reina. Luego he intentado corroborar sin éxito tan estupenda historia, que si no es cierta lo merece, pues la plaza ya en internet solo me aparece como Ataquines, aunque la razón del nombre hallado también resulta pintoresca pues, al parecer, Isabel pasó por allí y se le desató un cordón del calzado, por lo que le dijo a una dama : - Ata aquí, Inés - y de ahí procede el singular topónimo. Elija usted, querido lector, el relato que le guste más.

Yo me apunto cualquiera de las dos anécdotas para imaginar que ahora nos diera a los ciudadanos por poner nombres a las localidades donde ilustres contemporáneos hubieran hecho de las suyas. Suponga usted que nos diera por llamar a Teruel, Juerguecillas del ministro; a Paiporta, Huidas del presidente; a Pamplona, Negocietes de Cerdán. Waterloo, con todo motivo, podría llamarse Moradas del prófugo y Badajoz, sin ir más lejos, Pillerías de Gallardo; lo mismo que Elvas, Palazuelos del Hermano.

Aunque no es necesario tampoco inventar nombres raros que sugieran espacios o personajes de la política actual. Ya hay pueblos que se llaman tal y como podríamos referirnos a ellos. Reparen si no en Cortes de Peleas, pintiparado para el Congreso; quizá mejor que Peleas de Arriba o de Abajo, que los dos existen como localidades y denominarían las dos cámaras en calco exacto de la realidad. Peligros también es hallazgo perfectamente adecuado para definir el momento geoestratégico mundial. Renuncio a encontrar portador idóneo para Hija de Dios –no parece haberla entre las políticas de hoy, -o ¡Villapene!– Me callo. Infiernos cada cual sabe a quién endosárselo. Y termino con Culo de Perro. Elija usted, amigo mío, quién es merecedor de tan expresivo nombre. n

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents