Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión

¡Déjame en paz, IA!

Casi nadie niega ya que la inteligencia artificial librará al humano de trabajos innecesarios, impulsará un nuevo despliegue de la economía y nos hará a todos más cómoda la vida. En cambio, el argumento de que no hay destreza sin aprendizaje y esfuerzo, por lo cual el pensamiento útil irá quedando anquilosado, luego se atrofiará poco a poco, hasta desaparecer esa función del cerebro, tiene escaso predicamento. Vale, la IA estará cada día más presente en todo y nos irá cercando, asumámoslo. Pero una cosa es el cerco y otra el acoso. En cuanto por descuido se nos escapa un "acepto", la IA se mete a mangonearnos las aplicaciones del móvil, aparece en un faldón ofreciendo sus servicios o, si alguien quiere saber algo, se pone a darle explicaciones nacidas de su mente, aún algo naïf. El título de este billete, acompañado de una palabra malsonante, es el basso continuo de mi escritorio.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents