Arriondas, Bárbara MORÁN

Los trabajadores dan por muerto al Hospital del Oriente. Por eso ayer parodiaron el «entierro» del centro, ataviados con ropas de luto y velas encendidas. A la vez, la plantilla inició un encierro de 24 horas, pensado como complemento a los 11 días de huelga iniciados el pasado 24 de marzo. El encierro finalizará al mediodía de hoy, jueves. Las movilizaciones persiguen conseguir que el Gobierno del Principado acepte la plena integración del Hospital en la red sanitaria pública regional. En la actualidad el centro está gestionado por una fundación privada, controlada por el Ejecutivo asturiano.

El Gobierno regional, que ha propuesto dejar el hospital en manos de una fundación pública, sigue sin dar señales de vida. Y el plan de evacuación impulsado por el patronato que rige el centro sólo ha logrado evacuar a otros centros a 20 de los 3.000 usuarios afectados por la huelga, según desveló el comité de empresa.

La situación es crítica. El personal sanitario está decepcionado y sin apenas esperanza de que las autoridades decidan poner fin al conflicto. De ahí el encierro, concebido como medida última de presión para que el Gobierno de Vicente Álvarez Areces solucione el conflicto. Antes de encerrarse en las instalaciones del Grande Covián, varios trabajadores del centro acudieron al mercado semanal de Ribadesella para informar a los usuarios de las causas del conflicto, la situación y las medidas que tomarán en el futuro. A dos días de finalizar la huelga, los trabajadores se pusieron las batas y salieron a la calle para ofrecer sus servicios a los viandantes. Algunos vecinos se tomaron la tensión, otros se midieron los niveles de azúcar y los demás solicitaron información sobre el futuro del hospital.

Luego llegó el encierro y, a primera hora de la noche, la simulación del entierro del hospital de Arriondas, con velas y vestidos de luto. Fue una manera de recordar a las autoridades que los trabajadores están «cansados de promesas electorales incumplidas» y de que al Principado «parezcan no importarle los usuarios del Grande Covián, ya que no han intentado reanudar el diálogo sobre el futuro del hospital, roto hace varias semanas. Con esta actitud están logrando enterrar este hospital y por eso, de luto y con velas, hoy hemos decidido simular lo que creemos se avecina», aseguraron los dirigentes del comité de empresa.

Hubo también tiempo para la crítica. El plan de evacuación de pacientes a otros centros, impulsado por el patronato del Grande Covián, está siendo «un completo fracaso». Según las cuentas de los trabajadores, la lista resultante de usuarios afectados por estos días de huelga llega ya la cifra de 3.000, que sumados a los más de 4.000 pacientes afectados por las anteriores jornadas de huelga dan un total de 7.000 afectados. Nada saben estas personas del anunciado transporte gratuito para acercar a los usuarios a otros centros hospitalarios de Asturias. Y los escasísimos usuarios evacuados, apenas una decena, llegan a otros hospitales sin su historial y sin pruebas realizadas, según el comité de empresa.

Ante esta situación, varios miembros de la Plataforma de Asociaciones en Defensa del Hospital de Arriondas mostraron su preocupación por la crisis que sufre el centro y reclamaron al Principado «responsabilidad para dar solución a este conflicto», aseguró el portavoz del colectivo, Agustín López-Rivas. La plataforma estudia celebrar una nueva manifestación para reclamar al Principado la plena integración del Hospital de Arriondas.

Por otra parte, la diputada regional de Izquierda Unida-Bloque por Asturias-Los Verdes, Noemí Martín, visitó ayer el hospital para apoyar a la plantilla. «El Gobierno del Principado demuestra cada vez más irresponsabilidad con la situación de la sanidad en la comarca, porque lejos de buscar una solución a este conflicto actúa de forma provocadora e irresponsable». Martín avanzó que el próximo jueves, día 10, IU-BA-LV presentará en el Pleno de la Junta General una proposición no de ley que exigirá al Principado que cumpla los tres pasos prometidos para el Grande Covián: la transformación en fundación pública, como paso previo a la integración; el reconocimiento de la carrera y desarrollo profesional y mejoras en el contrato-programa, y un plan inversor para el Hospital de Arriondas.