Nocéu (Ribadesella),

Bárbara MORá

¿Cómo es posible que una iglesia del siglo XIII, llena de historia, esté sumida en el más absoluto abandono? La de la iglesia de San Salvador de Moru, en Ribadesella, es una historia de olvido y dejadez. El templo agoniza, se muere. Se ha quedado sin tejado y la maleza se ha ido comiendo los frescos del siglo XVI que adornaban la cúpula. De nada han servido las llamadas de auxilio y las quejas de los vecinos de Nocéu. Durante 15 años han reclamado a las autoridades la restauración de la iglesia, ubicada en una loma situada a los pies de la sierra de Moru. Nadie hasta ahora los ha escuchado.

La existencia de la iglesia de San Salvador es un auténtico milagro. Una calurosa noche de julio de 1936 el templo fue incendiado. El fuego de aquella guerra fratricida acabó con el altar, parte de los frescos que adornaban las paredes de la cúpula y todo el mobiliario de San Salvador de Moru. Manuel Quesada, vecino de Nocéu, tenía entonces 6 años y aún recuerda con tristeza aquellos tiempos: «Me bauticé aquí, todos los vecinos nos sentimos vinculados de una forma muy especial con esta iglesia y nos entristece verla así. Es la única de Asturias que está sin arreglar de las que fueron quemadas durante la guerra civil», asegura. Quesada, José Manuel Rosete, alcalde de Nocéu, Ana Fernández, vecina de la zona, José Antonio Martínez -«el Campaneru»- y el párroco de la localidad, José María Orviz, luchan desde 1993 para que la iglesia de Moru sea restaurada y recuperada, después de setenta y dos años de abandono y de olvido por parte de las autoridades a las que se les ha encomendado la labor de velar y cuidar del patrimonio cultural asturiano.

En 1993 los vecinos de Nocéu donaron medio millón de pesetas (3.000 euros) para arreglar el campanario que un rayo casi logró derribar por completo. En 2003 este grupo de vecinos solicitó a la Dirección General de Patrimonio la declaración de la iglesia como bien de interés cultural (BIC). En agosto de ese mismo año el Principado otorgó 9.000 euros para la realización de un proyecto básico de restauración del templo. Pero cinco años después Nocéu sigue sin respuestas. Los vecinos tampoco saben qué ha pasado con el proyecto realizado para restaurar la iglesia. Pero los lugareños se niegan a abandonar la lucha: el pasado 24 de marzo solicitaron una entrevista con José Adolfo Rodríguez Asensio, director general de Patrimonio Cultural del Gobierno del Principado de Asturias. «Hemos decidido pedir esta entrevista, para conocer cómo está el proceso que solicitamos en el año 2003 para catalogar este templo como bien de interés cultural y para saber también qué ha pasado con el proyecto y, sobre todo, recordar que este monumento necesita ser restaurado», comentó Ana Fernández.

Por el momento, las viejas paredes de la iglesia de Moru se mantienen en pie. Pero quizá no resistan ya mucho tiempo. Así que si las demandas de los vecinos no son escuchadas puede que la restauración llegue demasiado tarde.