Nueva de Llanes, R. D.

Todavía hay esperanza para «Caribe». El enorme toro semental de 1.700 kilos adquirido por un llanisco para ser sacrificado podría librarse de la muerte. Su descomunal tamaño es su mejor aliado: sus cuidadores y su propietario no encuentran un matadero con un puesto de sacrificio lo suficientemente grande para él. Así que el semental, que ayer fue «presentado en sociedad» en Nueva de Llanes, podría seguir vivo y dar con sus huesos en un centro faunístico de Sevilla, cuyos propietarios han mostrado interés por adquirirlo. Los ganaderos Ángel Fernández y Víctor Fernández Alonso mostraron ayer el toro a casi un centenar de curiosos en la capital del valle de San Jorge.

«Caribe», de 5 años, ha ganado multitud de concursos y ya ha cumplido como semental, al alcanzar el máximo de dosis recomendadas por los expertos. La idea inicial de Víctor Fernández era celebrar unas jornadas gastronómicas con su carne. Pero el gigantesco toro se resiste a acabar en la parrilla.