Ribadesella, Bárbara MORÁN

Los vecinos de la localidad riosellana de Cuerres han decidido desenterrar el «hacha de guerra» para exigir la reapertura del camino que unía el pueblo con la playa de Guadamía, que fue supuestamente cerrado por una empresa privada. En la última asamblea de la Asociación de Vecinos de Cuerres los presentes decidieron, por unanimidad, iniciar «una guerra total» para recuperar lo que consideran que pertenece al pueblo. Subrayan que no es «afán de protagonismo», sino «de justicia y rigor». Y anuncian que no cesarán en sus acciones de fuerza hasta ser escuchados y lograr la reapertura del acceso, aseguró ayer Domingo Fernández, presidente del colectivo.

Estas palabras se han convertido en el «manifiesto» de la batalla emprendida por los vecinos de Cuerres. Suman seis meses de protestas y denuncias, pero aseguran que cuanto más tiempo pasa más fuertes se hacen. Advierten de que no se van a detener hasta que el sendero que atraviesa la finca propiedad de Pomaradas Guadamía, S. L. se reabra para el paso de los vecinos hasta la playa.

El terreno por el que discurre el camino, cuya existencia niega la propiedad, fue cerrado hace seis meses con muro y portillo. Las obras, según los lugareños, supusieron la comisión de múltiples irregularidades; entre ellas, el supuesto cierre de la servidumbre de Costas. Entonces surgió el denominado «caso Guadamía», que acumula expedientes e investigaciones por parte de diversas administraciones competentes en la zona, como la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, la Demarcación de Costas en Asturias y el Ayuntamiento de Ribadesella.

Los organismos dedicados a velar por la costa y el medio ambiente intervinieron tras la denuncia de los vecinos por las supuestas irregularidades cometidas por la empresa para cerrar la parcela, ya que los trabajos invadieron los cien metros de protección costera. Pero nada saben los vecinos de este proceso abierto y no están dispuestos a que el «caso Guadamía» se quede olvidado en un cajón.

Para la «guerra», el colectivo ha decidido emprender acciones simbólicas de protesta, como el diseño de camisetas, pegatinas, pancartas, panfletos y carteles con el lema «S.O.S. Guadamía» y con la historia de este conflictivo. Con sólo darse un paseo por Cuerres uno descubre qué es el «caso Guadamía». El malestar vecinal también deja entrever una clara decepción por la gestión que el Ayuntamiento de Ribadesella ha realizado del «caso Guadamía». Así lo transmitió ayer el portavoz vecinal: «No están haciendo nada desde el Ayuntamiento. Ahora hablan de comprar la finca anexa a la del acceso», subrayó Fernández, al tiempo que reitera el rechazo de los vecinos a esta opción. «El terreno que comprarán no da acceso a la playa, sino al río, y nosotros queremos llegar a la playa, como siempre, desde tiempos inmemoriales, se ha hecho», destacó.

Además de la «campaña publicitaria», el próximo día 25 los vecinos de Cuerres celebrarán una comida campestre de protesta en las inmediaciones del área recreativa de Castru Arenes, próxima a la finca de la polémica y a la playa de Guadamía. «Invitaremos a todos los políticos para que nos escuchen y vean que no dejaremos de luchar», destacó Fernández. Para dar pasos firmes, la asociación cuenta con asesoría jurídica.

Por otra parte, el diputado regional del PP Juan Ángel Bustillo y concejales de este partido en Ribadesella se reunirán hoy, viernes, con la asociación vecinal, para conocer la problemática.