Llanes,

A. GARAVITO TORRE

Con éste ya son treinta y dos los veranos en los que el artista zaragozano de nacimiento pero llanisco de corazón Fidel Bueno lleva vendiendo sus obras en las calles de la villa. Conoce Llanes desde el año 1968, y tan cautivado quedó de sus paisajes que diez años más tarde decidió volver, pero esta vez para hacer de la villa su destino estival. Fidel Bueno forma parte ya del paisaje urbano de la villa de Llanes y es un atractivo turístico más de la localidad. Durante todo el verano se le puede ver en el casco histórico, junto a la plaza de Parres Sobrino, centro neurálgico de la villa de Posada Herrera.

Pese a que reside habitualmente en Zaragoza, sus visitas a Asturias son frecuentes, además de ser un habitual de la plaza principal de la villa durante los tres meses de verano y la Semana Santa, en invierno suele acudir al Rastrillo de Nuevo Futuro, que se celebra en Oviedo en la época navideña.

Debido a su carácter afable y a su simpatía, muchos son los llaniscos y forasteros que se paran a charlar con el pintor mientras realiza sus cuadros o explica los temas principales de sus pinturas.

El pintor aragonés afirma sentirse «muy a gusto» en Llanes y subraya que no cambiaría esta localidad «por ningún otro lugar». Este verano, como cada año por estas fechas, se encuentra una vez más en la villa, donde se ha mimetizado con el paisaje urbano del centro histórico, pintando sus cuadros, bajo las atentas miradas de decenas de llaniscos y de turistas que se paran a contemplar sus obras.

El artista maño se muestra «orgulloso» al decir que ha hecho grandes amigos en la zona. Y eso que, a pesar de sentirse un llanisco más, sostiene que no viviría en Llanes durante todo el año. Pero sólo porque tiene un piso en Zaragoza, ciudad en la que se encuentra su familia. Y como señala a menudo Fidel Bueno, «la familia tira mucho». Todos los veranos que se ha pasado en las calles llaniscas han sido muy provechosos, pero este año, como en casi todos los sectores, la crisis se nota. Así que Fidel bueno ha visto cómo la venta de sus cuadros ha disminuido. Afirma que desde el año pasado ha notado que «la gente ya no compra tanto como antes».

Fidel Bueno podría ser considerado uno más de los muchos turistas que vienen a la zona oriental de Asturias y que quedan fascinados por los paisajes. En su caso decidió regresar todos los años, y éste es ya su trigésimo segundo verano pintando en las calles de la villa. Unas calles y unos rincones en los que asegura que encuentra su inspiración para pintar. Las musas llaniscas funcionan.

Así se puede observar en su obra, pues sus cuadros suelen reflejar las escenas naturales que rodean la vida cotidiana, las aldeas de la comarca oriental de Asturias y los Picos de Europa. Entre las obras que Fidel Bueno presenta este año en su «exposición llanisca al aire libre» figuran pueblos y paisajes del concejo. Entre ellas se encuentra una de sus obras preferidas: un cuadro que refleja la vida rural en el pueblo de La Portiella.