Llanes, Ramón DÍAZ

La costa oriental de Asturias corre peligro y el urbanismo es la mayor amenaza para su conservación. Es la conclusión del informe «Banderas negras 2009. La crisis, una oportunidad para la costa», elaborado por Ecologistas en Acción. Este colectivo ha colocado en la costa española 311 «banderas negras» en lugares con una degradación ambiental alta o con grandes amenazas sobre sus ecosistemas y su socioeconomía. De esas 311 «banderas negras», 21 se sitúan en Asturias y 11 de ellas se corresponden con parajes del Oriente. Llanes, con cinco «banderas negras», es el concejo asturiano con el litoral más amenazado. En Ribadesella no aparece este año ninguna «bandera negra», mientras que en Ribadedeva hay dos; en Caravia, una, y en Colunga, tres. Además, el Oriente añade tres de los trece «puntos negros» (impactos reversibles, significativos, pero de menor gravedad) que los conservacionistas han colocado en Asturias.

Las irregularidades en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la posibilidad de que se construya sobre la cueva de Las Herrerías, los aparcamientos construidos junto a los bufones de Pría, las supuestas irregularidades observadas en la concesión de 953 licencias urbanísticas y unos vertidos contaminantes en La Pesa de Pría son las cinco «banderas negras» que Ecologistas en Acción ha situado en el concejo de Llanes.

Los ecologistas han «concedido» dos «banderas negras» a Ribadedeva, en ambos casos por actuaciones urbanísticas particulares, una de las cuales prevé la construcción de un campo de golf.

Caravia se lleva este año una «bandera negra», la correspondiente a la futura construcción de mil viviendas, a través del Plan General de Ordenación (PGO). El cálculo de los ecologistas está muy por encima del municipal, que cifra en menos de 500 las casas que podrían construirse en los próximos años.

A Colunga le han «tocado» este año tres «banderas negras. La primera, por las obras de urbanización del entorno de la playa de La Griega, ejecutadas por el Gobierno central. «Con la excusa de recuperarla para la naturaleza se ha urbanizado y modificado totalmente el entorno de la playa. La obra realiza un encauzamiento del estuario que no tiene ninguna justificación desde el punto de vista de la mejora, protección o prevención de la masa de agua, sino que es una actuación que modifica el cauce del río Libardón con la única intención de conseguir liberar espacio del dominio público hidráulico para destinarlo a aparcamientos, incumpliendo así la directiva marco de aguas», según Ecologistas en Acción.

La segunda «bandera negra» colunguesa se sitúa en El Barrigón, donde, según los ecologistas, se ha urbanizado una parte del Camino de Santiago con la construcción de una urbanización. La tercera enseña se debe al derribo de una quinta centenaria sobre la que se construirán chalés unifamiliares.

Los «puntos negros» que Ecologistas en Acción ha colocado en la comarca oriental se corresponden con la «deficiente ordenación urbanística de Ribadedeva, el proyecto de construcción de un complejo hotelero, un campo de golf y 200 viviendas en la finca del palacio de Nevares, en Parres, y la reducción de la superficie incluida en el paisaje protegido de la sierra del Sueve, en los concejos de Colunga, Caravia, Piloña, Parres y Ribadesella.

En el resto de Asturias aparecen «banderas negras» por los vertidos industriales a la ría de Villaviciosa, la dispersión de mercurio por las aguas de la bahía de Gijón debido a las obras del puerto de El Musel, los vertidos a la ría de Avilés y la ampliación del puerto de esa localidad, los daños ambientales provocados por una urbanización en Corvera o los dragados en la ría del Nalón.