Poo de Llanes,

Bárbara MORÁN

Nunca en su vida ha querido dedicarse a otra cosa que no fuese la pintura. Helena Toraño Caso, llanisca nacida en 1984, recuerda con una sonrisa los cuadernos «Don Gordete» de la infancia y el reto que suponía «colorear aquellos dibujos sin salirte de la raya». Más de veinte años y muchos lienzos en blanco después, esta joven llanisca figura entre los treinta jóvenes creadores asturianos más destacados de 2009 que obtuvieron algunos de los galardones «Culturaquí», que otorga cada año la Consejería Cultura. Toraño expuso su obra durante casi un mes en la galería ovetense Sala Borrón, con un gran éxito de visitas y de ventas.

«Este es el primer reconocimiento verdaderamente importante que logro», explica la artista, para quien exponer su obra más reciente en una sala de tanta fama le ha dado la oportunidad de que se empiece a oír más su nombre dentro del mundillo pictórico regional, en el que ya había entrado de puntillas con el primer premio del concurso de Mujeres Pintoras del Oriente de Asturias en 2004 y el del Bulevar de la Sidra de Oviedo en 2007.

Para convertir los sueños infantiles en una realidad hay que dar un paso importante y Toraño se tuvo que decidir con 16 años. «Para hacer el bachiller artístico tenía que irme a estudiar a Gijón. Aquel fue el momento de la decisión crucial», asegura. Pasó dos años en el instituto de la Laboral, antes de entrar a la Facultad de Bellas Artes de Bilbao, donde se licenció.

«La técnica es imprescindible y salvo cuatro genios que nacen aprendidos los demás necesitamos alguien que nos las enseñe», recalca para defender la formación universitaria, de la que también destaca el acercamiento a referentes históricos alejados de los tópicos y el contacto con otros jóvenes estudiantes. «Se aprende muchísimo de los compañeros, de lo que ellos hacen, de lo que les gusta a los demás», agrega.

«Goya es el maestro indiscutible», comenta sin pensárselo dos veces cuando se le pregunta por sus pintores favoritos. Van Gogh, Matisse, Klimt, Duchamp, Schiele o el grupo «Die Brücke» son otros de los nombres que dice de carrerilla para manifestar preferencias, «aunque tienen poco que ver con lo que yo pinto», puntualiza. Sus cuadros sorprenden por los colores, por su clara influencia de la cultura popular y por las continuas referencias al cine, la música o la moda, sobre todo de las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado. Al observar sus pinturas se puede descubrir el gusto por el pop británico de la artista llanisca, con David Hockney, Peter Blake y Ronald B. Kitaj a la cabeza.

Aunque Helena Toraño está preparando oposiciones a profesora de Educación Secundaria, «porque de algo hay que vivir», no deja de pintar ni de presentarse a concursos, buscar lugares para exponer o enviar solicitudes de becas de formación en el extranjero. En la casa de sus padres, en la localidad de Poo de Llanes, tiene habilitado un espacio para pintar al que vuelve desde Oviedo bastante a menudo para seguir coloreando, como cuando era pequeña.