Ribadesella, Bárbara MORÁN

Las obras de reforma y ampliación del Ayuntamiento de Ribadesella se adjudicarán antes del verano. La futura reforma interior del Consistorio empieza a salvar los obstáculos administrativos que es necesario superar para poder iniciar los trabajos de remodelación.

El proyecto fue revisado esta semana por los técnicos de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura. Este examen era un trámite requerido, al ser la emblemática casa consistorial un edificio histórico, datado en el siglo XVI. El proyecto ideado para reformar íntegramente el interior del edificio ha tenido que modificarse en algunos aspectos que, a juicio de los expertos de Patrimonio, no se ajustaban a los requisitos de conservación del histórico inmueble.

«Se van a realizar los cambios planteados por Patrimonio y, ya que nos ajustaremos a todas sus directrices, presumiblemente el proyecto tendrá el visto bueno definitivo en el próximo pleno de Patrimonio», explicó, ayer, Ramón Canal, alcalde de Ribadesella.

La esperada reforma del Consistorio riosellano es fruto de un convenio suscrito el año pasado entre la Administración local y la Consejería de Administraciones Públicas. El coste final de la obra ascenderá a 1.650.000 euros, de los cuales el Ayuntamiento aportará 300.000, mientras que el importe restante lo sufragará el departamento que dirige Ana Rosa Migoya.

Los trabajos, que comenzarán antes del verano y que tienen un plazo de ejecución de 14 meses, permitirán que los riosellanos puedan disfrutar de un Ayuntamiento accesible, más amplio y con unas instalaciones y una imagen acordes con los tiempos. Su distribución y su estado interior se han quedado obsoletos y dificultan el acceso a las dependencias municipales de muchos vecinos, ya que el acceso se hace a través de unas desvencijadas escaleras de notable pendiente.

«Es una obra de suma importancia para mejorar tanto el servicio que ofrecemos a los ciudadanos como las condiciones de trabajo de los empleados del Ayuntamiento», destacó Canal, quien avanzó que, durante los catorce meses que durarán las obras, los servicios municipales se distribuirán por los diversos locales del Ayuntamiento repartidos por la villa riosellana para seguir atendiendo a los vecinos.

La Administración riosellana tiene el privilegio de alojarse en el céntrico palacio de la familia Prieto-Cutre, una espléndida construcción que mantendrá su fachada intacta, ya que los trabajos de reforma que van a desarrollarse en el edificio sólo afectan al interior, para adecuarlo a su uso actual.