Alea jacta est! Lo quieran o no, tanto los comerciantes afectados como los vecinos de la zona, usuarios, visitantes y turistas habituales de los comercios in situ, la plaza Laverde Ruiz de Nueva, por orden y mando del Ayuntamiento de Llanes, ya está cerrada a la circulación hasta el mes de agosto, si todo va bien, porque cuando una obra (¿chapuza?) de estas características empieza nunca se sabe cuándo acaba, pese a los plazos fijados oficialmente. La plaza, sin que lo necesite, va a cambiar de piel: la van a acicalar con losas, adoquines, nuevas farolas, jardincitos enanos y arbolitos de lujo, puesto que, al parecer (si nos fiamos de los rumores), uno de ellos, un magnolio, ¡puede llegar a costar la bagatela de 35.000 euros! Claro que de alguna manera hay que justificar los 500.000 euros del presupuesto acordado por el Ayuntamiento a las favorecidas empresas de siempre que lo van a recibir para que esta pequeña plaza faraónica se revista de esplendor y sus bolsillos, también. ¡Seguro que nos la convierten en casco histórico medieval en cuanto las autoridades vengan a inaugurarla!

Si no fuera por las numerosas necesidades básicas que sufrimos por toda nuestra zona, todavía hoy aprobaríamos tan excéntrica obra: toda mejora a favor del bienestar de los pueblos, por incongruente que sea, siempre es bienvenida. Desgraciadamente, despilfarrar tanto dinero público en algo que ni urge, ni se necesita, nos parece un abuso mayúsculo por parte del equipo del gobierno llanisco y una tomadura de pelo, no sólo a los comerciantes del lugar que van a tener que sacrificar una gran parte de sus ventas habituales durante la única época del año frecuentada por el mayor número de familiares y turistas, sino también a las numerosas solicitudes de los lugareños para que se mejoren las elementales prestaciones viales, playeras y administrativas que aún no tienen.

Ya lo hemos dicho y lo volvemos a repetir: tenemos una de las más emblemáticas playas del concejo de Llanes (Cuevas del Mar) abandonada, sucia y sin los servicios básicos de higiene, desde hace lustros, pese a las múltiples promesas de acondicionarla (muchas de ellas «electoralistas»); los caminos con socavones y baches abundan por doquier; los pasos de cebra para peatones y los paneles de señalización en puntos peligrosos de nuestras carreteras son inexistentes, y la lista podría alargarse... Entonces, ¿por qué no gastar ese dinero en lo que verdaderamente podría ayudar a nuestros pueblos del valle de San Jorge a levantar cabeza? Recordaremos, para mayor inri, las palabras del ex presidente socialista del Principado, Juan Luis Rodríguez-Vigil: «Cada vez que veo a un Ayuntamiento poner losas me resulta vomitivo?» (Conferencia del 07/04/2010, I Congreso «Asturias, presente y futuro»).

Bien es verdad que donde hay patrón no manda marinero. Y en este pueblo de Nueva, como en muchos otros del concejo, el que hace y deshace a su antojo es el Ayuntamiento de Llanes, con la complicidad de sus inútiles representantes y de la clientela vecinal que come de su pesebre. ¿Los demás vecinos que son mayoría? ¡A callar! Pues no cuentan para nada: ni se les informa, ni se les consulta nunca. ¡Perdón! Olvidábamos decir que, por una vez, tras las protestas de la Asociación de Vecinos «Ereba» y, también, de los afectados directamente por tan insólita obra, el señor Balmori se ha dignado a recibir sólo a unos pocos. Decimos unos pocos, porque, dado el talante democrático de este señor, considera «persona non grata» a todo aquel que no está de acuerdo con las desastrosas y caciquiles andadas de su partido. En efecto, la condición, o mejor dicho el chantaje, se mire como se mire, por parte de este teniente de alcalde para que unos pocos vecinos escogidos fueran recibidos en el Ayuntamiento ha consistido en que ningún responsable de la Asociación de Vecinos «Ereba» de Nueva «estuviera presente?». ¿No somos todos vecinos, señor Balmori? ¿No deseamos todos lo mejor para nuestro pueblo? ¿No llevamos años luchando para lograrlo? Una vez más, este señor ha demostrado su descarada falta de respeto total a la ley de Asociaciones y su engreído caciquismo, no sólo hacia un colectivo vecinal, legal y reconocido, sino también hacia los mismos vecinos que ha recibido en su sede: tras haberles hecho vagas promesas y asegurarles que se desplazaría con su séquito para analizar in situ las reformas eventuales de la plaza a las 19.00 horas del lunes 05/04/2010, se presentó a las 11.00 horas, de improvisto, pese a haber prometido formalmente, sin embargo, que avisaría a dichos vecinos en caso de cambio de horario. Pero no lo hizo: ¿estrategia de cobardía (o cinismo) a la que nos tienen acostumbrados nuestros gobernantes para evitar dar la cara a todos los vecinos que tendrían que haber estado presentes a la cita fijada? Sin comentarios.

Conclusión: la plaza está patas arriba, los comercios encerrados hasta Dios sabe cuándo con las pérdidas en sus negocios que de ello resultará, las modificaciones y los costes indefinidos, la mayoría de las plazas de aparcamiento van a desaparecer sin ninguna otra compensación? ¡Pero qué más da, puesto que vamos a tener un catafalco enlosado que cada vecino podrá admirar dando vueltas en solitario a su alrededor, mientras que los visitantes y los turistas seguirán huyendo de nuestras playas y lugares típicos en busca de otros sitios mejor acondicionados y más acogedores para mayor ruina de nuestros pueblos! ¿Dónde están la unión y la solidaridad entre vecinos que hacen la grandeza de un pueblo? ¿En Nueva? En Nueva, sólo tenemos lo que nos merecemos?