Corao (Cangas de Onís),

Alba SÁNCHEZ R.

La Feriona de Corao sigue siendo un referente para todo el norte de la Península e incluso para la vecina Francia, y eso se demuestra con los ríos de gente y de camiones que ayer se dieron cita en el pueblo cangués. Es la mayor feria de ganado del norte de España y una de las más afamadas del país. Más de tres mil vacas adultas de la mejor calidad, según los expertos, fueron expuestas en el recinto ferial, situado en el mítico Castañéu coraín, y en los prados de la localidad. Mucho ganado, sí, pero, como va siendo ya tónica habitual, los precios siguen a la baja.

Las ventas comenzaron ya en la tarde del lunes, víspera de la Feriona, con la llegada de cientos de ganaderos y tratantes. Los mejores tratos se realizaron en el acto. Aunque la tendencia de los precios es a la baja, lo bueno se sigue pagando bien. Ése fue el caso de la vaca asturiana de los valles «Mili», de la ganadería de Manuel Escandón, de la localidad parraguesa de Arobes, por la que se pagó medio millón de pesetas (3.000 euros), ya que los tratos se cierran siempre en la antigua moneda nacional. Pero como decía el comprador, Jesús Sánchez Varela, de Vitoria, «nada más verla la quise para mí, es un capricho». Ese mismo capricho lo tuvieron otros compradores a lo largo de la mañana, pero «Mili» ya estaba vendida y se iba para el País Vasco.

Pero esos 3.000 euros de «Mili» no fueron la norma en la feria, pues los precios siguen en caída libre y ni siquiera las subvenciones de la Consejería de Medio Ambiente frenan la lenta agonía del sector, cuya extinción muchos ganaderos consideran «inevitable». Si una asturiana de los valles «normal» debería costar unos 1.500 euros, fueron muy pocas las que llegaron a superar los 1.000 euros. Así, Justo Barrero vendió dos vacas carreñanas en 2.000 euros. Las ventas fueron pocas en las primeras horas de la mañana, como si los compradores esperaran a las «rebajas» de última hora. Según el ganadero de Sotrondio Manuel Martínez Laviana, si el precio del ganado sigue bajando «habrá que regalarlo. Antes trabayábamos y cobrábamos; ahora trabayamos y pagamos», añadió. Y es que el precio del ganado cayó el año pasado un treinta por ciento y todo indica que este año ocurrirá más de lo mismo.

Los tratantes Raúl Blanco, de Peñamellera Baja, y Emilio José Fernández Álvarez, de Mieres, coincidían al señalar que se vendió ganado, pero «barato». El regidor de pastos de Cangas, José Antonio García Álvarez, destacó que ya apenas se venden lotes, como hace años, sino ejemplares sueltos. Uno de los pocos lotes vendidos ayer, diez vacas carreñanas, se fue para Francia. Y si el sector vacuno está a la baja, el caballar, el ovino y el caprino le siguen a la zaga también. Sólo razas selectas, como los carneros carranzanos del parragués Ricardo García Rama, se cotizaron: vendió un ejemplar por 400 euros.