La Fresneda (Siero),

Franco TORRE

Villamayor (Piloña),

Bárbara MORÁN

La plantilla de la fábrica de Chupa Chups en Villamayor, reunida ayer en asamblea, rechazó por unanimidad el cierre de la planta, anunciado por la empresa para el próximo 1 de septiembre, y convocó huelgas y movilizaciones. Los trabajadores, pese al difícil momento que viven, aseguraron que están «más unidos que nunca». Y anunciaron que lucharán «a brazo partido» y «hasta el final» por la continuidad de la fábrica piloñesa. Tras algo más de una hora de reunión, la plantilla protagonizó una concentración espontánea a la puerta de la fábrica en la que se oyeron proclamas como «No al cierre» o «Chupa Chups no se cierra, contra viento y marea».

«Estamos unidos y tenemos fuerza para defender la permanencia de esta fábrica», destacó Ovidio Solares, presidente del comité de empresa de Chupa Chups. La plantilla no acepta el cierre, y tampoco los planes que la multinacional ha ideado para recolocar en su planta central, en Barcelona, a 68 de los 121 trabajadores fijos de la factoría de Villamayor.

Después del «no» unánime a la clausura de la fábrica de Villamayor, los trabajadores elaboraron un primer calendario de movilizaciones. Esta agenda de medidas de «presión y repulsa» hacia los planes del grupo multinacional Perfetti-Van Melle, propietario de Chupa Chups, arrancará el lunes 14 con una reunión que mantendrá en Oviedo el comité de empresa, a las 11.30 horas, con los portavoces de los tres partidos políticos con representación en la Junta General del Principado: PSOE, PP e IU-BA-Los Verdes. El martes 15, la plantilla dejará de hacer caramelos entre las seis y las ocho de la tarde y se concentrará durante esas dos horas a la puerta de la fábrica. El miércoles 16, la producción en la planta de Villamayor se detendrán durante toda la jornada, ya que los trabajadores han convocado una huelga y una manifestación que partirá de la fábrica de Villamayor y avanzará hasta la capital del concejo, Infiesto. El jueves 17, la plantilla volverá a detener la producción entre las seis y las ocho de la tarde para concentrarse ante las puertas de la planta piloñesa.

«Estamos muy esperanzados y con muchas ganas de luchar todos unidos, y de pelear contra una multinacional que quiere, a toda costa, deslocalizar la producción de Villamayor con excusas baratas», denunció Toni Sánchez, miembro del comité de empresa, mientras anunció que todo el dossier entregado el jueves por la multinacional a los sindicatos, en el que intenta justificar el cierre de la factoría de Piloña, lo están analizando «al detalle» los economistas de los sindicatos para «rebatir todas las cifras en la próxima reunión con directivos» de Chupa Chups, destacó Sánchez. El sindicalista destacó que la de ayer fue una asamblea «muy activa y participativa», en la que se llegó a «todas las conclusiones por unanimidad absoluta. No aceptamos el cierre», añadió Solares.

Las supuestas pérdidas registradas desde el año 2000 en la fábrica piloñesa -uno de los motivos que la multinacional alega para echar el cierre-siguen sin cuadrarles a los trabajadores. Toni Sánchez indicó que los propios directivos del grupo italo-holandés, en la reunión que mantuvieron el jueves en Oviedo con los sindicatos, reconocieron que los costes de mano de obra de Villamayor son «los más rentables» de las tres fábricas de Chupa Chups existentes en España.

Tampoco admiten los trabajadores otra de las «excusas inaceptables» que, según el comité de empresa, utiliza la multinacional para justificar el cierre: que desde el punto de vista logístico es más rentable la fábrica de Sant Esteve de Sesrovires, en Barcelona, que la de Villamayor.

Los trabajadores encuentran estos días apoyo de todo el concejo y de antiguos compañeros de trabajo. Es el caso de Juan Carlos González y Juan Luis González, que trabajaron en Chupa Chups durante cuarenta y siete años. Ambos condenaron el cierre y acudieron a la planta para solidarizarse con sus ex compañeros. «Si la multinacional se sale con la suya, este concejo se hunde. Todos unidos pelearemos para evitarlo», defendieron los ex empleados de la empresa confitera.

A pesar del incierto futuro de la planta de Villamayor, ayer no se respiraba desesperación ni tristeza entre los empleados, sino una sensación de mucha fuerza y de gran espíritu de lucha para defender una fábrica con 52 años de historia, que es un símbolo para el concejo y de la cual dependen, directa o indirectamente, varios cientos de familias. La opción de ser trasladados a la planta de Cataluña «ni siquiera nos la planteamos porque no aceptamos el cierre», subrayó Montse González, empleada de la planta.

El consejero de Industria, Graciano Torre, se refirió ayer en La Fresneda (Siero) a la aseveración de la empresa Chupa Chups a los sindicatos asturianos sobre el carácter «irreversible» del cierre de su planta en Villamayor (Piloña): «En este momento no esperábamos otra cosa» reconoció Torre, quien, no obstante, afirmó que es «de los que piensan que mientras hay vida, hay esperanza, y aún tenemos vida bastante para luchar por que no se vayan» de Asturias. Torre asistió en La Fresneda a la presentación de la campaña «Sabores de Asturias», dirigida a la promoción de productos de la región.