Niembru / Celoriu (Llanes),

María TORAÑO

«Vimos que llegaron dos o tres a la orilla y rápidamente la gente se arremolinó para verlas», explicó Maribel Forelos su contacto con las medusas en la playa de Toranda, en Niembru el pasado lunes, en el que la presencia de «carabelas portuguesas» obligó a cerrar el baño por precaución. Durante la jornada se sacaron un total de nueve ejemplares de ese arenal, que en lo que va de agosto ya ha tenido más visitas de esos invertebrados y llegó a estar cerrado al baño otro día a principios de mes. La presencia de los animales no supone ningún problema para esta turista de Bilbao, que el martes repitió playa para pasar el día con su marido, Miguel Ruiz. «El domingo también estuvimos aquí y había medusas, que algún buzo avisó», aseguraron. Ayer se localizaron dos en Andrín y una en El Sablón (Llanes) y las banderas rojas ondearon sólo por el oleaje.

Los madrileños Marcelino García y Amalia García disfrutaron ayer del sol en Toranda. El lunes estuvieron en Palombina -donde no hubo medusas- pero hace unos quince días vieron como en la playa de Niembru unos chavales sacaban una en un remo. «Después te bañas igual, no pasa nada», comentaron, a la vez que matizaron que lo que sí es necesario «es estar más atento por si ves alguna flotando». En este punto coincidió Ana Jiménez, una habitual del arenal de Borizu, en Celoriu, donde el lunes se detectaron siete «carabelas». Para esta turista es necesario que la gente sepa que «son medusas muy grandes y se ven bien en el agua, por lo que con un poco de precaución cuando sabes que las hay no tiene por qué pasar nada». Jiménez vio como un grupo de jóvenes sacaba un enorme ejemplar de medusa desde la orilla y lo arrastraban con un palo. «Después llegaron los socorristas y lo tiraron a la basura», agregó. Uno de los que se atrevió a sacar alguno de estos animales del agua de Borizu fue un turista de Oviedo. «La pinchamos con un palo y la llevamos a los de salvamento», comentó el hombre, para quien «no asustan nada porque se ven de sobra». Advirtió de que sí es necesario vigilar bien a los niños, sobre todo cuando hay muchas olas, porque las medusas tienen unos tentáculos muy largos (de hasta medio metro) que mueven debajo del agua y también son tóxicos.

El lunes fue un día especialmente prolífico en cuanto a las capturas de «carabelas portuguesas» ya que se detectaron más de cuarenta ejemplares en las costas del concejo, concretamente en las playas de Toranda, El Sablón (Llanes), Borizu, Poo, Barru, Ballota, San Antonio (Nueva) y San Martín (Celoriu). Este último arenal -con dieciséis animales retirados el mismo día- batió todos los récords hasta el momento, pero eso no implicó que se llegase a prohibir el baño. De hecho, la familia formada por Luis García, Carmen García y sus hijos Guillermo y Alberto visitaron el lunes las playas de San Martín, San Antonio y Borizu y no se enteraron de nada. «Nos bañamos en todas menos en San Martín y la verdad es que pasamos un día estupendo», explicaron ayer en la arena de Toranda. «Vimos lo de las medusas esta mañana -por el martes- en el periódico, pero la verdad es que no nos encontramos con ninguna», añadió la madre, quien reconoció que «en el Mediterráneo sí que nos han picado alguna vez».

A pesar de la experiencia, cuando el calor aprieta nadie perdona un buen baño. Eso sí, con los ojos bien abiertos para evitar el encontronazo con las medusas, que en el agua suelen estar hinchadas, como si fuesen una bolsa de plástico de tonos azules -casi morados- y con una franja rosa en el centro.