El turista se siente enganchado a los hórreos desde el primer momento. En primer lugar, le llama la atención sus múltiples usos, del que el más habitual era preservar los productos del campo de las humedades y de los animales. Pero también se usan mucho para secar plantas, como fréjoles. Además, en varias zonas de Espinaredo, estos graneros aparecen agrupados y todos tienen algún detalle que les hace ser únicos. Los hay con pinturas o grabados, cuyo origen se desconoce en muchos casos, informa P. ALONSO.